Bonig afianza su liderazgo con la remontada del PP valenciano

El Partido Popular (PP) amplía su victoria en la Comunitat Valenciana y refuerza a su líder, Isabel Bonig, dejando el camino libre para su ratificación como presidenta en el próximo congreso regional. Los resultados electorales de ayer muestran una amplia remontada frente a los conseguidos en la pasada cita con las urnas del 20 de diciembre y se alejan con decisión de los de las autonómicas que sacaron a los populares del Palau de la Generalitat hace poco más de un año.

Con un total de 13 escaños, el partido amplía en dos los conseguidos entre las tres provincias valencianas hace seis meses, pero mayor es el salto en votos y en porcentaje sobre el total de los votos emitidos. Si en las pasadas elecciones generales sumó 838.135 votos, ayer alcanzó los 917.398. Sin embargo, es con las autonómicas con las que se ve más claramente la recuperación experimentada en este tiempo, ya que en aquella ocasión se quedó en 658.612 papeletas con su emblema.

Porcentualmente, esta evolución le ha permitido sacar un mayor partido en escaños, teniendo en cuenta además que el alza ha venido acompañada de una menor participación en global. Si en la Comunitat Valenciana los votos emitidos han caído casi ocho décimas, al reducirse desde el 74,79% de diciembre de 2015 al 74,01% de ayer, los populares pasaron de tener el 31,26% de los votos hace seis meses al 35,48% actual.

Poco tienen que ver estos datos con los registrados hace algo más de un año, cuando Alberto Fabra aspiraba a conservar la Generalitat. Entonces los populares reunieron un 26,98% de los votos, casi diez puntos menos que en esta última cita. De aquella noche a la de ayer han cambiado la práctica totalidad de los protagonistas y, muy especialmente, el ánimo general de los militantes y simpatizantes que volvieron a tener algo que celebrar en la sede de la calle Quart de Valencia y en sus locales repartidos por toda la Comunitat Valenciana. Si hace unos meses parecía haberse asentado el abatimiento en la formación, Isabel Bonig ha logrado levantar los ánimos y cosechar unos resultados capaces de hacerle llegar al próximo congreso de la formación con todo a favor y poder fijarse metas aún superiores.

De hecho, quienes aspiraban a que un mal resultado electoral a escala nacional provocara un debilitamiento del liderazgo del presidente del partido, Mariano Rajoy, y esto pudiera favorecer que alguna de la voces críticas a Bonig diera un paso al frente, se han encontrado con que las dimensiones de la recuperación disipa dudas y refuerza la posición de quienes tomaron los mandos del partidos en sus horas más bajas.

Una remontada que revalida a los barones provinciales

Otro tanto se puede decir de los barones provinciales que compiten ahora por mostrar cual de los tres ha conseguido superar con más holgura los resultados de la última cita con las urnas. Aunque lejos de las históricas mayorías absolutas cosechadas antaño, la superioridad del PP se repite en las tres circunscripciones valencianas, siendo la de Alicante la que ha registrado una victoria más holgada, con el 37,69% de los votos; seguida de la de obtenida en la provincia de Castellón, con un 35,73%; y la de Valencia, con el 34,06%. Mejorando entre cuatro y cinco puntos porcentuales en todos los casos.

Aún es más llamativa la remontada si se compara con las elecciones autonómicas del pasado año. En el caso de la provincia de Valencia, que fue donde registraron el peor resultado en esas fechas, los populares han logrado aumentar 8,42 puntos desde el 25,64%. En Alicante han hecho lo propio con 9,54 puntos desde el 28,17% del pasado año, mientras que en Castellón, que amortiguó mejor el golpe, ha crecido 5,75 puntos desde el 29,98%.

Por otra parte, las urnas también han demostrado que en nada han afectado al PP las recientes operaciones policiales como Taula, que significó la detención del expresidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, o casos como el de Imelsa, dando ya se da por amortizado el efecto que pudo provocar en el pasado los distintos episodios judiciales que actualmente se encuentran ante los tribunales.

En resumen, el PP de Isabel Bonig le saca 10 puntos a su inmediato seguidor, la coalición 'A la valenciana', formada por la unión de Podemos, Compromís y EUPV, y la supera en más de un cuarto de millón de votos. Queda así muy lejos del sorpaso al que aspiraba la coalición de Mónica Oltra, que se debilita aunque sólo se comparen los resultados de la coalición de Podemos y Compromís en diciembre, sin sumarle los de Esquerra Unida, que se presentó por separado.

Respecto al Senado, el PP ha revalidado en la cámara alta el pleno conseguido hace seis meses. Así, mantiene sus nueve escaños, los tres que podía conseguir por provincia, y vuelve a llevar a Madrid a Pedro Agramunt, Marta Torrado y Susana Camarero por Valencia; Adela Pedrosa, Asunción Sánchez Zaplana y Agustín Almodobar por Alicante y a Salomé Pradas, Manuel Altava y Merche Mallol por Castellón.

Objetivo: Elecciones autonómicas de 2019

Con estos mimbres, Isabel Bonig tiene por delante la explotación del éxito de cara a cimentar su fortaleza a los mandos de la formación en la Comunitat Valenciana. Después de asumir el liderazgo tras la salida de Alberto Fabra y conseguir salvar su primer examen en diciembre con una significativa mejoría, la político castellonense se dispone a lucir esta cosecha en el próximo congreso de la formación, todavía pendiente de fecha.

Sin embargo, lo que resulta más significativo son las posibilidades que se plantean para volver a presentar batalla en las elecciones autonómica y que los populares ocupen de nuevo el Palau de la calle Caballeros, tras lo que serán cuatro años de gobierno tripartito, si se mantiene el Pacto del Botánico hasta final de legislatura. Por el momento, las urnas les dan señales sobre lo acertado que resulta para sus electores el pulso que están manteniendo con el Consell en materia de Educación, en defensa del castellano y de los símbolos valencianistas.

Es en estos ámbitos donde el PP ha definido con Bonig un espacio propio, alejado de ambigüedades y que, como en el caso de la defensa de los derechos de la educación concertada, ha sabido elevar a escala nacional. Aunque aún le queda por delante a Isabel Bonig tres años para enfrentarse cara a cara con sus rivales en la Comunitat, sus posibilidades se hacen reales.