BURGUERA
Lunes, 27 de junio 2016, 23:41
Las elecciones generales del domingo dejan sin validez la tesis de que los partidos clásicos en la Comunitat están condenados a refugiarse y resistir en municipios pequeños mientras el voto urbano, joven, más formado e ilustrado, ese que tiene más prestigio para los estudios demoscópicos prefiere a los nuevos partidos y su espíritu confluente. No. Esa teoría se quebró el 26-J.
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A nivel Comunitat las formaciones que sostienen al Consell vieron cómo sus expectativas se frenaron en seco en apenas seis meses. Socialistas, comunistas, nacionalistas y podemistas han pasado de sumar más de 1,3 millones de papeletas el 20-D a registrar 120.000 menos medio año más tarde. La mitad de todo ese derrama electoral la acaparan las ciudades de la Comunitat con más de 50.000 habitantes, una quincena de municipios también gobernados en su inmensa mayoría (todos menos Orihuela y Benidorm) por los partidos de izquierda.
El PP ha mejorado en 80.000 votos de unas elecciones nacionales a otras en la Comunitat, y la mitad de ese incremento lo ha cosechado en las grandes urbes. De tal modo que los populares han registrado a nivel autonómico en seis meses un aumento de papeletas a su favor del 9,4% (pasa de 838.000 a 917.000), si bien ese ritmo de mejora es más acentuado en lo que respecta al voto urbano. Los municipios de Valencia, Alicante, Elche, Castellón, Torrevieja, Orihuela, Torrent, Gandia, Benidorm, Paterna, Sagunto, Alcoi, Elda, San Vicente del Raspeig y Villa-real aportaron al PP más de 378.000 sufragios en diciembre, mientras que el domingo fueron un 10,5% más y rebasaron los 418.000.
Por tanto, el PP recupera terreno precisamente donde se suponía que debía ser hegemónica la izquierda representada por 'A la valenciana', una oferta supuestamente abanderada de la nueva política y de un electorado juvenil. Sin embargo, la coalición liderada por Mónica Oltra ha recibido menos cariño de los vecinos más cosmopolitas que hace seis meses y ha pasado en esa quincena de grandes urbes de 350.000 (sumando Compromís, Podemos y Esquerra Unida) a 288.000 votos. De modo que allá donde el PP crece, así como el propio PSPV (los socialistas registran la totalidad de su mínima mejora en los municipios más grandes), la candidatura 'A la valenciana' empeora notablemente: 60.000 menos.
La hemorragia en las principales urbes valencianas que sufre la confluencia de izquierdas también afecta a Ciudadanos, de modo que el bipartidismo pasa de recopilar hace seis meses apenas el 51% del gran voto urbano en la Comunitat a rozar el 60% el pasado domingo. De las 38.000 papeletas de menos registradas por la formación de Albert Rivera en la Comunitat, 20.000 se pierden en las grandes ciudades valencianas, ahí donde están los mayores apoyos de C's.
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Llamada de atención
Entre las ciudades de más de 50.000 habitantes, tanto en Alicante como en Elche, Torrevieja, Orihuela, Gandia y Benidorm, el PP rebasa el 37% de los votos emitidos, y en la mitad de todas su porcentaje de votos es superior a la media registrada por los populares en la Comunitat. En los nueve mayores municipios de la Comunitat, los votos del PP y Ciudadanos suman más que el bloque de izquierdas, un auténtico toque de atención a los gobiernos locales configurados hace ahora un año mediante pactos entre Compromís, PSPV, EU e incluso los concejales de Ciudadanos.
Respecto a las capitales, el PP ha visto cómo la ciudad de Valencia es la que más ha tirado del resto de su provincia. De los 39.000 votos de incremento entre los valencianos, 14.000 corresponden a la capital del Turia. En segundo lugar, se sitúa Castellón mientras que la ciudad de Alicante apenas supone el 21% de todo el aumento registrado por los populares en la provincia del sur, donde ha recabado unos 33.000 sufragios más.
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Hegemonía local
Por lo que se refiere al conjunto de municipios de la Comunitat, la perdida de la hegemonía en el poder local que registró el PP hace un año, durante los comicios celebrados el 24 de mayo de 2015, no ha supuesto que sus siglas hayan perdido fuerza entre el vecindario.
De las 542 localidades, los populares han ganado en 425; es decir, en 40 más que hace medio año, con motivo de las elecciones del 20-D. Por su parte, la confluencia 'A la valenciana' se ha impuesto en 85 municipios (el 20-D lo hizo en 111). Igualmente, los socialistas tampoco han sido premiados a nivel local después de un año de pactos para desalojar a los populares de los Ayuntamientos, ya que de imponerse seis meses atrás en 45 consistorios de la Comunitat, el domingo lo hizo en apenas 32 municipios. Por provincias, los resultados señalan que los populares han ganado en el 82,9% de municipios castellonenses, mientras que en Alicante se ha impuesto igualmente en el 82,2% de las localidades, y en Valencia gana en el 74% de consistorios de la provincia.
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En cualquier caso, no todo son malas noticias para 'A la Valenciana', con sus nueve diputados y tres senadores se embolsará 785.300 euros en virtud de la normativa en vigor, por la cual el Estado subvenciona con 21.167,64 euros cada escaño del Congreso y del Senado, con 81 céntimos de euro cada voto obtenido en la Cámara Baja por las candidaturas que obtienen escaño y con 32 céntimos el mismo concepto en la Cámara Alta. Para los gastos por el envío directo y personal de sobres y papeletas o propaganda electoral, el Estado abona otros 18 céntimos por cada elector en cada circunscripción en las que se presentara lista a ambas cámaras, siempre y cuando se consiga grupo parlamentario propio, algo de lo que parece que no podrá beneficiarse la candidatura defendida por Oltra.
Tal y como se preveía, Alicante era la región donde se concentraba la mayor posibilidad de un vuelco en el número de diputados obtenidos por las diferentes candidaturas. El PP se quedó a algo más de un millar de votos de lograr un escaño más del 20-D. En esta ocasión, ha sido el PSPV alicantino el que ha perdido un congresista y, además, se ha quedado a escasos 5.000 votos (cuatro décimas de punto) de arrebatarle el escaño a la candidatura de 'A la valenciana', una pugna entre dos 'fontaneros', hombres de partido, el socialista Herick Campos y el podemista Txema Guijarro. Por su parte, en Castellón, la confluencia de izquierdas hubiese necesitado 16.000 papeletas más a su favor para dejar sin diputado a Ciudadanos, una distancia aún más insalvable en la provincia de Valencia, donde el último diputado en liza cayó en los dominios de los nacionalistas y podemistas, mientras que los socialistas hubiesen necesitado un 10% más de apoyos, 28.000 votos para dejar a Ricardo Sixto fuera del Congreso de los Diputados, otra vez.
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