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Puig preside una sesión plenaria del Consell. :: damian torres

Ximo Puig hará cambios en el Consell

El presidente ve lógico que se produzcan «ajustes» para «mejorar engranajes» pero no aclara si serán antes del retiro de Torrevieja

J. C. F.

Lunes, 27 de junio 2016, 23:41

Ximo Puig introducirá cambios en el Gobierno valenciano que afectarán, como mínimo, al segundo escalón de la administración autonómica. El presidente de la Generalitat le puso voz ayer a lo que venía siendo desde hace semanas un secreto a voces: tras doce meses, el jefe del Consell considera que el Gobierno valenciano necesita un nuevo impulso. Los relevos afectarán a algunos de los departamentos 'tocados' por este primer año de gestión del tripartito.

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El líder socialista escogió el día después de las elecciones del 26J para confirmar que habrá movimientos en el Ejecutivo que preside. Textualmente, Puig consideró «evidente» que habrá cambios en el Consell durante la legislatura con el objetivo de «optimizar» la gestión y «mejorar algunos engranajes seguro». Aunque no precisó «cuándo ni cómo», dijo ver «lógico» que se produzca «algún ajuste». Puig aseguró estar en declaraciones a la Cadena Ser «muy contento» con la acción del gobierno y «absolutamente encantado con todos los consellers», que están «luchando mucho».

Puig no identificó ni puso fecha a esos movimientos. Pero en el seno del Consell se especula con que se produzcan antes del retiro de Torrevieja, la reedición del seminario que el Gobierno valenciano organizó a principios de año en Morella, que tendrá lugar los próximos días 8, 9 y 10 de julio. La cita, convocada para dar un nuevo impulso a la acción del Consell, podría tener lugar ya con los relevos realizados, con la idea de que el Gobierno valenciano saliera de esa cita con los deberes de verano preparados para iniciar el curso político en septiembre.

Departamentos atascados

¿Y cuáles son los cambios sobre la mesa? Con apenas un año de mandato, el Consell de Puig y Oltra ha protagonizado una gestión de recurso al victimismo y de marcado carácter ideologizado. Con medio Consell atascado por diversas polémicas, y el otro medio prácticamente por aterrizar, la polémica sitúa a algunos departamentos en el centro de la controversia.

La cartera que ha generado más dolores de cabeza durante los últimos doce meses es la de Economía. A Rafael Climent se le presentó como cabeza visible de la economía del bien común, una teoría alternativa a los mercados financieros insostenible para una administración como la valenciana. El titular de Economía ha protagonizado sonoras discrepancias con el Palau. Y lo que resulta más significativo: ha terminado perdiendo todos los pulsos.

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Ocurrió con las competencias sobre el IVF y la ayuda a las empresas privadas, con la creación de la Agencia para la Innovación, con los horarios comerciales y hasta con la ley para la captación de inversiones recién anunciada por Puig.

La brecha en su conselleria es de tal magnitud que ha renunciado a reunirse con los cargos del PSPV. Sólo lo hace con los de Compromís. A Climent se le da por amortizado, aunque es posible que Puig opte por cambios en su segundo escalón. Entre esos relevos podría incluirse la penúltima polémica en este departamento: la condición de apoderada de una gasolinera denunciada por la Generalitat de la directora general de Internacionalización, Mónica Cucarella.

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Economía está en el punto de mira, pero no es ni mucho menos el único departamento salpicado por la polémica. La conselleria de Sanidad que dirige Carmen Montón también se ha visto envuelta por decisiones controvertidas. Al enfrentamiento que la también dirigente federal del PSOE mantiene con la vicepresidenta Mónica Oltra se une el caso de su número dos (propuesta por Compromís), la secretaria autonómica Dolores Salas, salpicada por un caso evidente de enchufismo, y que se suma a otras denuncias que afectan a la selección de personal y que también dependen de su departamento. En distintos ámbitos se da por inaplazable la salida de la secretaria autonómica de Sanidad, cuya posición tras conocerse la situación de su hija se ha resentido seriamente.

Las complicaciones afectan también a la conselleria de Agricultura. La marcha durante las últimas semanas de hasta cuatro cargos de ese departamento han abierto una crisis que ha hecho, más visible si cabe, que el mando en esa área recae en el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, y en menor medida en el de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero.

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Podemos y el Consell

Con todo, entre las claves a tener en cuenta para calibrar la magnitud de esos relevos en el Consell figura la de la posible incorporación de Podemos al Ejecutivo valenciano. La formación que lidera Antonio Montiel avaló con su firma el Acord del Botànic que da soporte ideológico al Ejecutivo valenciano, pero optó por no entrar en el Consell -probablemente para no colisionar con la estrategia nacional de Podemos de cara al 26J-. Tras los comicios, ese escenario desaparece y Podemos podría optar por formar parte del Ejecutivo. Desde fuera, la formación morada ha tratado de rentabilizar su apoyo a los extrabajadores de RTVV, asumiendo el protagonismo en la gestación de la nueva Canal 9. En paralelo, no obstante, ha protagonizado severas polémicas con sus socios del Consell, que cuando no han censurado abiertamente algunas de sus iniciativas, han optado por cerrar la puerta a algunas de las propuestas estrella de Podemos o por devaluarlas lo suficiente como para que no se parecieran en nada a las iniciales. La decisión de Podemos también condicionará los cambios en el Consell.

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