El exdelegado del Gobierno, Serafín Castellano.

El caso de los regalos de Avialsa a Castellano irá a la Audiencia Nacional

El tribunal rechaza el recurso del exconseller y ratifica unir en una pieza los obsequios y el acuerdo de las empresas para repartirse el mercado

A. Rallo

Jueves, 30 de junio 2016, 20:30

Mala noticia para el exdelegado del Gobierno Serafín Castellano. La Audiencia de Valencia ha ratificado el auto del juzgado de Instrucción de Sagunto que dividía la investigación en cinco piezas. La más importante, la que engloba el reparto del mercado de extinción de incendios por las empresas adjudicatarias y los regalos que recibió el exconseller de Gobernación, se instruirá finalmente en la Audiencia Nacional.

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No era la opción preferida de Castellano, conocedor de que la instrucción, que de entrada ya se prevé larga, todavía lo será más en Madrid. Por eso recurrió la decisión. Argumentó en su día que no tenía sentido mezclar la supuesta trama empresarial para repartirse los concursos en España con los presuntos regalos que habría recibido para otorgar un trato de favor a la empresa Avialsa. La investigación apunta a que el exconseller fue agasajado con relojes, joyas y el pago de cacerías. El investigado consideraba «ilógico» unir la investigación de los obsequios con el pacto para repartirse el negocio.

No piensa lo mismo la sección Segunda de la Audiencia, que defiende la tesis del juez instructor. La Sala entiende como algo perfectamente lógico ligar la relación entre los regalos, el supuesto trato de favor y el concierto de las mercantiles. Así, la Audiencia Nacional es el órgano competente para investigar esta supuesta trama ya que extendía sus tentáculos por toda España e incluso existen indicios de que ampliaron sus ilegales prácticas a otros países de Europa. Castellano ya alertó de los inconvenientes de defenderse a «más de 300 kilómetros de distancia de su domicilio» y de la enorme demora de la instrucción, que sólo puede hacerle pagar «pena de banquillo».

La detención supuso el final de su carrera política. Desde entonces, el exconseller trata de rehacerse profesionalmente, lejos de la Administración pública donde ha pasado la mayor parte de su carrera. Ahora el exdelegado ejerce como abogado e incluso solicitó el alta en el turno de oficio. De ahí los temores de que una larga investigación sólo contribuya a dificultar su labor profesional.

No es este el único problema que afrontará Castellano en los tribunales. También figura como investigado en otra de las piezas del caso: el trato de favor al empresario Pérez Taroncher, fallecido recientemente. Los especialistas de la Policía Nacional investiga el patrimonio del empresario y del político -en algunas propiedades comparten intereses- y si Castellano usó dinero negro para la compra de algún bien como, por ejemplo, un apartamento en Dénia.

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El arranque de la instrucción en alguna de las piezas del caso no ha hecho más que enredar todavía más el asunto. Francisco Alandí, el exgerente de Avialsa y colaborador de la Fiscalía Anticorrupción, declaró ante el juez que Carlos Fabra y la familia Cotino mediaron para la aprobación del aeródromo de Viver, una de las infraestructuras investigadas por los especialistas. Añadió en otra comparecencia ante el titular de Sagunto que el expresidente de la Diputación de Castellón llegó a recibir regalos, entre ellos, al parecer, un jamón.

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