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LUCÍA GÓMEZ
Jueves, 7 de julio 2016, 20:17
El secretario autonómico de Medio Ambiente y coportavoz de VerdsEquo, Julià Álvaro, se defendió ayer de las acusaciones formuladas por tres exmilitantes de la formación, quienes afirmaron que la designación de cargos se hizo de manera arbitraria y antidemocrática. Según Álvaro, el procedimiento se llevó a cabo de forma regular porque en un gobierno los nombramientos no se deciden por carné. Además, manifestó que los expulsados fueron suspendidos por perjudicar conscientemente la imagen del partido con mecanismos ajenos al mismo.
Respecto a los delitos que se le atribuyen de acoso y mobbing laboral, el coportavoz desmintió por completo tales afirmaciones. Asimismo, negó que hubiera compañeros que cometieran maltrato y agregó que nadie hace este tipo de denuncias sin acudir al juzgado. En un ejercicio de reflexión, también cuestionó que realmente tuvieran pruebas que evidenciaran sus palabras.
Por otra parte, Álvaro expresó su decepción sobre el conflicto interno, ya que en su opinión, dejando de lado el comportamiento de los expedientados, la dirección tampoco supo resolver los problemas y las suspensiones son la prueba del fracaso. Además, recordó que los expulsados pidieron su dimisión sin esperar a la revisión de las alegaciones.
En cuanto al apoyo que los críticos solicitaron a Equo y Compromís, el secretario autonómico destacó que estos partidos no tienen ningún tipo de capacidad para inmiscuirse en una formación soberana. También aclaró que cuando afirmó estar encantado con el conflicto, su intención fue hacer ver que es un símbolo de salud y democracia que la sociedad sepa que un partido democrático toma sus propias decisiones.
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