Puig incluirá también 1.300 millones ficticios en el presupuesto para 2017

La jugada presupuestaría volverá a repetirse. Por segunda vez consecutiva el Ejecutivo valenciano llevará a Les Corts unos presupuestos que cuentan con una partida ficticia de 1.300 millones. Este dinero provendría de un hipotético cambio en el modelo de financiación autonómica, pese a que actualmente no está contabilizado en las cuentas del ministerio que dirige Cristóbal Montoro.

Tras su reunión con el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, Puig aseguró que «no es admisible que lo que otras comunidades autónomas tienen como recursos extras, nosotros lo tengamos como créditos que hay que pagar en el futuro». Además, el jefe del Consell también defendió que los intereses del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) sean computados como financiación y, por tanto, retirados de la deuda que tiene la Generalitat con el Estado.

Con esta postura, el presidente de la Generalitat vuelve a reclamar un cambio en la financiación autonómica que sea más beneficioso para los valencianos. Esta táctica que el año pasado fue definida como «reivindicativa» por el conseller de Hacienda, Vicent Soler, ya fue usada por otras comunidades como la catalana para pedir una mayor partida presupuestaria. El último gobierno del Partido Popular, encabezado por Alberto Fabra, también realizó una estrategia similar en los presupuestos del año 2015.

Puig señaló que hasta el propio departamento que dirige Montoro destaca que «la Comunitat está por debajo de la renta per cápita de la media nacional» y que, por consiguiente, el Gobierno central «no puede decir en sus documentos oficiales que la Comunitat está muy infrafinanciada y después no hacer nada y seguir como si no pasara nada». El jefe del Consell advirtió que España tiene «un futuro difícil» si sus ciudadanos no son tratados «con igualdad».

El también secretario general del PSPV señaló que no sabe «por qué» la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y el resto de populares «no se suman a esta reivindicación justa para los valencianos». Además, el presidente volvió a rechazar la oferta que le ha presentado la líder popular de brindarle su apoyo y romper el Acord del Botànic. Preguntado por esta opción, Puig subrayó que la Comunitat está gobernada «de una manera estable y, además, de una manera honrada» y que en su Ejecutivo «tienen una mayor lealtad interna que la que tenía el gobierno de mayoría absoluta del PP».

Diálogo con Madrid

El presidente recordó que actualmente el Gobierno central debe pagar otras deudas que tiene con la Generalitat, como «la asistencia sanitaria a desplazados» o el «tratamiento de la hepatitis». Pese a estas declaraciones, negó que el suyo sea un gobierno «frentista» y que la Comunitat sólo quiere resolver «un gran problema valenciano pero también español». Por ello, el jefe del Consell expresó su deseo de «sentarse con el Gobierno en funciones para tratar cosas», entre ellas «el maltrato a la Comunitat».

Ante la propuesta de realizar un cónclave entre las diferentes comunidades autónomas que propuso el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, Puig consideró «interesante» que «se reúnan las autonomías» y que para este tipo de iniciativas «va a contar siempre con la Comunitat».

El también secretario general del PSPV añadió que «sería necesario que hubiera una relación multilateral entre las comunidades autónomas», ya que sería «positivo» para «tratar algunas cuestiones» que afectasen a distintas regiones.