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ARTURO CERVELLERA
Miércoles, 24 de agosto 2016, 23:59
Valencia. El portavoz de economía del grupo popular en Les Corts, Rubén Ibáñez, aseguró ayer que la partida de 1.300 millones que Ximo Puig, presidente de la Generalitat, pretende incorporar a los presupuestos de 2017 es una «falta de respeto y responsabilidad» y una «burla en toda regla a los valencianos».
Este dinero extra, que Puig incorporaría por segundo año consecutivo para reclamar una nueva financiación autonómica, es calificado desde las filas populares como «la incoherencia hecha cifra». Además, el portavoz popular incidió que esta aportación de hoy «va a ser los recortes de mañana», ya que el documento que en junio envió el Consell a Cristobal Montoro no contempla esta partida.
Ibáñez denunció que detrás de las cifras «hay derechos, hay nombres, como les gustaba decir cuando estaban en la oposición» a Compromís, y añadió que «falsearlas» va a «recortar derechos». En esta línea, sostuvo que el Consell se muestra «incapaz» de gobernar o hacer un presupuesto y señaló que, no obstante, «siempre va a tener al PP para enseñarle».
Tras estas declaraciones poco se ha hecho esperar la respuesta socialista. El PSPV remitió un comunicado en donde el portavoz de Hacienda en Les Corts, José Muñoz, aseguró que esta maniobra responde «la defensa de la dignidad de los valencianos frente al chantaje al que nos somete Rajoy y el PP».
El diputado socialista recalcó: «Frente a los ingresos ficticios que el PP incluyó sin ir más lejos en 2014 por conceptos que sabía que nunca se producirían, como el impuesto de depósitos bancarios o la venta de patrimonio, estos 1.300 millones son algo diferente, puesto que son la reivindicación y los ingresos que nos corresponden».
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