Presidencia de la Diputación de Valencia admite que no conocía las reuniones sobre Imelsa

Las decisiones de la Diputación de Valencia se llevaron a cabo sin el presidente de la misma. Así lo confirman fuentes del entorno de Jorge Rodríguez, presidente de la corporación provincial, que destacan que no tenían constancia de los contactos para solucionar el conflicto de la empresa pública Divalterra entre PSPV y Compromís, los socios mayoritarios del gobierno. Desde Presidencia inciden en que nadie del partido les «ha comentado nada», aunque señalan que tampoco tienen porque estar al tanto de todos los encuentros que tienen lugar entre las dos formaciones. Durante las últimas semanas se han llevado a cabo diferentes contactos entre las direcciones orgánicas del PSPV y Compromís. Unas reuniones que, entre otras cosas, trataron el conflicto existente en la nueva Imelsa. Un tema que divide la corporación provincial y que lleva más de un mes bloqueado.

El jueves los nacionalistas anunciaron que estas reuniones a espaldas de Rodríguez habían dado sus frutos y que en Blanquerías habían aceptado su propuesta. Volver a la cogerencia, el método aprobado por ambas formaciones en el pacto de gobierno y que funcionó hasta la salida del exgerente socialista Victor Sahuquillo, señalado por cargar a la administración 252 euros de bebidas alcohólicas. Pero en el PSPV niegan que se haya alcanzado este hipotético acuerdo entre las dos formaciones. Aunque lo que no desmienten son los contactos y los avances en las mismas.

Los socialistas no ceden

En Blanquerías la postura oficial sigue siendo la misma que la abanderada por el presidente de la Diputación, apostar por una nueva figura, la del consejero delegado. Un puesto que sería ocupado por alguno de los diputados provinciales socialistas y que tendría unas atribuciones similares a las de Agustina Brines, la cogerente de Compromís. Presidencia sigue defendiendo a capa y espada esta propuesta independientemente de lo que se haya decidido, o no, en las negociaciones paralelas de las cúpulas de los partidos. La relación de Rodríguez con la dirección orgánica tampoco pasa por un buen momento y son conocidas sus discrepancias con el conocido como 'clan de Gandía' del que forman partes dirigentes como Alfred Boix y José Manuel Orengo.

Desde presidencia descartan volver a la cogerencia porque es un método que no ha funcionado. Además, creen que es evitable crear un nuevo alto cargo cuando este papel puede ser asumido por uno de los diputados del PSPV. Un punto que recalcan que es importate porque ya se ha señalado al ente público por tener demasiados puestos de dirección. Del mismo modo, también afirman desconocer los motivos que han llevado a Compromís a asegurar que se ha alcanzado un pacto en este asunto. Y por útimo les avisan. No tienen «ningún problema» en continuar en la situación actual con una cogerente nombrada por los nacionalistas con competencias limitadas. Lo que implica ralentizar la gestión con reuniones mensuales para cubrir los asuntos que tendrían que hacer con el otro responsable nacionalista.