La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, y el de Transparencia, Manuel Alcaraz, ayer.

Compromís advierte a Ximo Puig de que rechazará invertir en la fundación de José Manuel Orengo

Alcaraz admite la «preocupación» en el Ejecutivo por ese nuevo ente y subraya que el jefe del Consell «será el primer interesado» en explicar su implicación

BURGUERA

Domingo, 5 de marzo 2017, 09:18

No habrá un euro público para Orengo. Esa es el mensaje que Compromís lanzó ayer por tierra, mar y aire a sus socios en el Consell, los socialistas de viejo cuño que auspician la Fundación Cical, el ente ideado por José Manuel Orengo, ex número tres del PSPV. La relación entre los firmantes del Pacto del Botánico se ha enrarecido de manera considerable a cuenta de la puesta en marcha de esta entidad, a raíz del consejo general celebrado el martes y convocado por el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el Palau de la Generalitat. La evidente implicación de altos cargos socialistas del Consell, desde el jefe del Ejecutivo pasando por su subsecretario en Presidencia, Emili Josep Sampío, así como el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, en la creación de una fundación para la que Orengo había previsto contar con 1,4 millones de euros (400.000 de ellos provenientes del Gobierno valenciano), ha generado un malestar de grueso calibre entre los nacionalistas. Se ha impuesto la ley del silencio en el Consell respecto a Cical, por lo que ayer, el conseller de Transparencia (que ejerció de portavoz por el viaje de la vicepresidenta Mónica Oltra a Bruselas), Manuel Alcaraz, aseguró que en el pleno que todos los viernes celebra el Ejecutivo no se había hablado del único tema que protagonizó las preguntas de la media docena de medios de comunicación que interrogaron al conseller tras la reunión del Gobierno valenciano. Esta falta de conexión con la realidad no impidió, por otro lado, que el conseller precisase que para Cical no hay ni un euro público previsto en los presupuestos de la Generalitat. El mismo mensaje trasladó Compromís desde Vicepresidencia de Diputación de Valencia y a través de alguno de los más destacados ayuntamientos de la Comunitat.

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El mutismo en el seno del Consell hizo aún más clamorosa la tensión entre nacionalistas y socialistas. Alcaraz se resistió a ofrecer alguna explicación coherente sobre cómo es posible que la reunión de una fundación privada fuese convocada el pasado 23 de febrero desde Presidencia de la Generalitat (se celebró finalmente el día 28 del mes pasado). Admitió, no obstante, su «preocupación», si bien consideró que «ha pasado poco tiempo» desde que se conocieron estos hechos, adelantados por LAS PROVINCIAS, para «evaluar todo lo que ha pasado», por lo que «en su momento, si hay que decir algo más se dirá. Al Consell le preocupa cualquier situación que genere confusión y el hecho de que estemos hablando de esto y no de otros temas importantes». De hecho, el conseller deslizó con elegancia una invitación directa a Puig. Preguntado por la petición de comparecencia urgente del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, realizada por el PP en Les Corts para explicar este asunto, indicó que existen «mecanismos parlamentarios que nos obligan a todos a acudir», por lo que «conociendo» a Puig «será el primer interesado» en abordar la cuestión.

Respecto a la preocupación del Ejecutivo valenciano por esta cuestión, el titular de Transparencia aseguró que «al gobierno le preocupa cualquier situación que genere confusión», aunque «el grado de intensidad de la preocupación no lo hemos pedido medir porque no lo hemos hablado». Y aunque no se había dicho ni mu en la reunión entre los consellers, lo que sí tenía claro Alcaraz es que ese mismo hermetismo se trasladará al presupuesto de la Generalitat. «No existe ninguna partida presupuestaria para una fundación que coincida con las características de la fundación. Si en su caso se estimara que esa fundación requiere de una aportación por parte del Consell, debería seguir un proceso estricto y aprobado en su caso por quien correspondiera, pero eso no se ha producido», sentenció el conseller, un mensaje que en las redes sociales subrayó la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra.

En la misma línea se manifestó ayer la vicepresidenta de la Diputación de Valencia, también de Compromís, María Josep Amigó. En una entrevista en CVRadio señaló que «no teníamos ninguna noticia sobre poner en marcha esa fundación. No tenemos documentos, ni justificacion, ni proyectos. Estamos sorprendidos y no nos consta que la Diputación tenga en proyecto hacer ninguna aportación, y no estamos a favor de ello». Por si no estuviese clara la posición de la coalición, a la negativa a poner un euro público se sumó la diputada adjunta de Compromís en Les Corts y concejal de Elche, Mireia Mollà. «En Elche tenemos mejores cosas que hacer que destinar dinero a esa fundación. Ya pueden borrar su previsión. De nada», señaló Mollà a través de las redes sociales, en lo que supone un mensaje público de Compromís compacto, aunque no oficial, pues ya se encargó ayer de recalcar Alcaraz que se trata de un tema no tratado por el Consell.

El portavoz del Ejecutivo confirmó que «es público y notorio que ha habido malestar» entre los nacionalistas por la puesta en marcha de Cical, y subrayó que la presencia como promotores de esta fundación de algunos altos cargos del Consell, entre ellos del secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, es «a título individual». Fuentes de la Generalitat aseguraron ayer a este periódico que el subsecretario Sampío se ha retirado del proyecto de Orengo.

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