El elocuente silencio de Elena Bastidas y María José Català

Mª Carmen Contelles anticipó el pasado martes, con una foto de familia en el parque de cabecera, la oficialización de su candidatura a la presidencia provincial del PP de Valencia. Era un secreto a voces. El nombre de la portavoz de los populares en la Diputación venía sonando desde hacía meses. Y ni siquiera la designación de Vicente Betoret, el actual líder provincial, como miembro del comité ejecutivo nacional alteró la hoja de ruta. La presidenta Isabel Bonig se guardará muy mucho de decantarse por ninguno de los dos aspirantes. Pero a nadie se le oculta en el seno del PPCV que la exalcaldesa de la Pobla optará al cargo con el visto bueno de la líderesa regional. Y que, en cambio, la relación entre Bonig y Betoret no ha dejado de deteriorarse.

Bonig cumplirá este sábado su primera semana desde que fue elegida formalmente presidenta regional. Ese día cumplió lo que había venido anticipando hasta ese momento: pocos cambios en la dirección del partido. La principal novedad, ya se sabe, fue la incorporación de Rubén Ibáñez como uno de los tres vicesecretarios generales. No hay muchas más. Dos de las referencias mejor situadas de la provincia de Valencia en el organigrama popular son Elena Bastidas -vicesecretaria general desde la llegada de Bonig al cargo y última cabeza de lista al Congreso por la circunscripción de Valencia- y María José Català, vicesecretaria de política social. Junto a ellas, la propia Contelles, vicesecretaria de Organización, y Jaime Bronchud, de Comunicación. Este último apareció en la foto que difundió el pasado martes el equipo de Contelles como uno de los dirigentes que le da su apoyo. No se vio, en cambio, a Bastidas ni a Català, a pesar de que Contelles es la candidata mejor vista por la dirección regional y que ellas mismas ocupan puestos de responsabilidad en la cúpula que lidera Bonig.

La dirección regional observa los movimientos de una y otra. La proximidad de Bastidas a algunos de los más estrechos colaboradores de Betoret en el último congreso nacional del PP no pasó inadvertida para el entorno de la presidenta regional. Català, a quien Bonig ha tratado de atraerse con responsabilidades en la dirección del partido y del grupo -consciente de que quizá sería mejor tener controlada a quien muchos han llegado a considerar como su eventual alternativa-, aún es vista con cierta distancia por algunos cargos regionales.

Bastidas y Català no se han pronunciado respecto a la incipiente batalla entre Betoret y Contelles. «Van a ser como Suiza», explica un colaborador de una de ellas para describir de modo gráfico la posición que pretenden adoptar. Sin apostar, al menos públicamente, por ninguno de los dos aspirantes. Conscientes de que Betoret es el presidente provincial y que, como tal, puede convocarles a un acto y estarían obligadas a acudir. Y aprovechando que la apuesta de la dirección regional por Contelles no tendrá, porque no lo puede tener de ninguna de las maneras, una visualización que lo convierta en evidente.

Por el momento, ninguna de las dos dirigentes regionales de la provincia de Valencia ha querido hacer evidente su posición. «Hasta que no se oficialicen las candidaturas, prudencia. Todavía no se ha convocado el congreso provincial», señaló ayer una fuente cercana a ambas, que incluso llegó a sostener que tanto la diputada nacional como la portavoz autonómica piensan lo mismo en relación con este proceso.

Pero la posición de aparente neutralidad de una y otra en el proceso provincial no convence a la regional. Fuentes de esa dirección mostraron su escepticismo y concluyeron que habrá que tomar nota de la significativa prudencia de ambas.