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R. C.
Miércoles, 16 de febrero 2022, 19:35
Pedro Sánchez ha dejado una puerta abierta al entendimiento con el PP en Castilla y León para propiciar, con la abstención del PSOE, la investidura de Alfonso Fernández Mañueco sin Vox. Como contrapartida, el presidente del Gobierno reclama a a Pablo Casado que rompa todos los acuerdos con la formación de Santiago Abascal y que y permiten a los populares gobernar en varias autonomías y ayuntamientos.
Vox irrumpió en las instituciones a través de Andalucía, en diciembre de 2018, con casi 400.000 votos y doce escaños. A principios de 2019, el partido ultraderechista cerró un acuerdo de 37 puntos en virtud del cual apoyarían la investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta dando un vuelco a los 37 años de control socialista en esta comunidad.
Tres años después, las relaciones entre ambas formaciones son distantes. Los de Abascal no apoyaron en diciembre el presupuesto regional alegando que se había incumplido la mayor parte de ese acuerdo programático. Desde entonces tanto Vox como el Gobierno andaluz han elevado el tono de las acusaciones mutuas y los primeros reclaman cuanto antes la convocatoria electoral.
Fernando López Miras consiguió superar la moción de censura en su contra que presentaron el PSOE y Ciudadanos en marzo de 2021 gracias al voto de tres tránsfugas del partido naranja, que retiraron sus firmas de la moción y aceptaron cargos en el Ejecutivo regional, junto al de otros tres diputados disidentes de Vox y otro más todavía fiel a ese partido.
La expulsión de estos parlamentarios de Vox se había producido casi un año antes, cuando decidieron revocar los poderes que habían firmado a diversos dirigentes nacionales para que tuvieran acceso a las cuentas bancarias del grupo parlamentario. En enero un juez declaró nula su expulsión. Desde entonces, son aliados de López Miras.
Pese a su victoria holgada el pasado 4 de mayo con 65 escaños, Isabel Díaz Ayuso necesitó a Vox para ser reelegida presidenta de la Comunidad de Madrid. La formación que lidera Rocío Monasterio dio su apoyo sin condiciones a la dirigente popular pasando a convertirse sus 13 diputados en decisivos, con Ciudadanos fuera del tablero, para que Ayuso saque adelante sus iniciativas parlamentarias frente al bloque de la izquierda.
El PP también se sirvió de la extrema derecha para que José Luis Martínez Almeida se hiciese con el bastón de mando del Ayuntamiento de Madrid tras las elecciones municipales de 2019. A cambio, los populares cerraron un acuerdo con 81 puntos y entregaron a Vox la presidencia de tres concejalías de distrito sin asiento en la Junta de Gobierno.
En los consistorios de Zaragoza, Aranda de Duero o El Espinar (Segovia), los de Abascal también cerraron acuerdos con los conservadores para apoyar desde fuera los respectivos gobiernos municipales del PP.
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