Una exdirectora general de Camps, al juez: «Nunca recibí órdenes del presidente»

Nueva sesión en la Audiencia Nacional del juicio de la Gürtel, la adjudicación de pequeños contratos por parte de la Generalitat a la trama delictiva. Dora Ibars ha defendido, de nuevo, su actuación al frente de la dirección general de Promoción Institucional. «Nunca he recibido ninguna orden para contratar y menos de Camps». Respecto a una supuesta amistad del presidente con El Bigotes, ha manifestado que ignora esa cuestión.

La acusada ha dicho que fue la consellera Paula Sánchez de León, la persona que decidió la contratación de la Guía de la Comunicación y de unos regalos de Navidad. «Pero no se planteó ningún fraccionamiento», ha subrayado. De igual modo, desconocían que esas mercantiles pertenecían a Francisco Correa. «Esto lo supe cuando estalló todo por lo que estamos aquí». Además, también ha rechazado cualquier responsabilidad en el stand de Fitur de grandes eventos.

La sesión ha continuado con la reproducción de las declaraciones que en su momento prestaron algunos acusados ya fallecidos durante la tramitación de la causa. Ha sido el caso, por ejemplo, de Juan Miguel Bellver. En esa comparecencia ya se apreciaban sus dificultades para completar el trámite. La Fiscalía ha considerado necesario que el tribunal escuchara la comparecencia, celebrada en el verano de 2013. Posteriormente ha renunciado a la del otro acusado que también murió hace unos años.

Patricia Callaghan, técnico de Educación Ambiental, por su parte, ha negado cualquier participación en los contratos analizados, como la campaña del uso y sensibilización del contenedor amarillo. «No tenía capacidad de contratación ni en la Conselleria ni en Vaersa». También ha afirmado que desconocía que las empresas eran de la trama Correa.

El siguiente acusado en declarar ha sido Joaquín Fernando Tomás, exasesor jurídico de Vaersa. En su comparecencia se ha limitado a negar una supuesta amistad con Francisco Camps. «Lo conocí el otro día en el hotel», ha indicado. Tomás sólo ha querido contestar a las preguntas de su letrado.

La sesión ha continuado con la comparecencia de Auxiliadora Hernández, directora general de Evaluación y Calidad. A la exresponsable, que ha estado 16 años en la administración pública, se le ha preguntado por el acto Familia y Escuela, celebrado en el Museo Príncipe Felipe. «Hablé con Álvaro Pérez y con muchos más». Se contrataron unas mochilas y unas radios con Orange Market. Y con el resto de mercantiles, también asociadas a la trama, otras cuestiones. En total, 41.500 euros.

La directora del museo -ha continuado- le dio el nombre de otras mercantiles para determinados trabajos que también estaban en la órbita del Bigotes. «Si le digo la verdad de todo esto, me echo a llorar por las consecuencias que ha tenido», se ha sincerado. Con el Bigotes sólo se reunió en una ocasión. «Me cayó muy mal. No hubo química». Se le asignó el encargo de las mochilas. «Sabía que trabajaba bien y había visto las que había hecho para otro congreso». Posteriormente le llamó por teléfono para darle los precios. «Con las radios me engañó», ha precisado.

La responsable ha negado que conociera el presupuesto global, de 41.000 euros, ni de que todas las empresas fueran de Orange Market. Al año siguiente, se volvió a celebrar otro congreso y a las empresas investigadas se les da el contrato de traducción y azafatas. La Fiscalía ha puesto en duda que los responsables de la entidad pública comprobaran en su momento que el servicio se ajustaba a lo contratado. Eso lo hacía ella personalmente, ha indicado. No había capacidad administrativa de hacer esto por falta de medios personales en el citado instituto.

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