Morant, en Barcelona, con motivo de la toma de posesión de Illa como presidente del Govern catalán. EFE

La agenda ministerial se impone a la del PSPV en el pulso por atraer a Morant

Los socialistas valencianos admiten que la labor de Gobierno resta presencia de su líder en la Comunitat más de lo pactado con Ferraz

Burguera

Valencia

Sábado, 17 de agosto 2024, 00:04

Si Berlanga escribió un guion para su quinta película, 'Los jueves, milagro', en la que los habitantes de un pueblo buscan potenciar las visitas a su localidad gracias a un fantástico suceso sobrenatural que ocurre todos los jueves, en el PSPV también se dan por ... contentos cuando los viernes llega a la Comunitat la ministra de Ciencia, Diana Morant, a la sazón líder del PSPV. Se cierra el curso y entre los socialistas valencianos cunde la preocupación porque no pueden evitar reconocer que su secretaria general pisa la Comunitat menos de lo que ellos querrían, de lo que debería y de lo que, en un principio, estaba pactado.

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La agenda ministerial se impone. La parafernalia que rodea a un ministro no es poca cosa. Coches oficiales, escoltas, asesores, personal de apoyo, secretarias... Aunque el presupuesto de Morant (3.991 millones de euros) es notablemente inferior al de las dos principales consellerias de la Generalitat, Sanidad y Educación, la púrpura que rodea a una ministra y la potencia del aparato del Estado es más que notable.

Por ahora, al PSPV no le queda otra que admitir que, en el pulso entre el partido en la Comunitat y el ministerio en Madrid, gana el gabinete gubernamental. Fuentes del PSPV admiten que, inicialmente, la situación planteada para compaginar las labores de ministra y de líder del partido en la Comunitat suponía que un par de días de entre semana, como mucho tres, atendería labores y agenda de Ciencia, Innovación y Universidades, mientras que otros dos se centraría en las labores propias de una secretaria general del PSPV, potenciando su presencia en la Comunitat.

Morant se fue a Madrid para ser ministra en 2021, y si entonces no era demasiado conocida ahora tampoco lo es mucho más. Continúa, tres años después, siendo de las ministras menos populares del Gobierno de Sánchez, pero su agenda continúa siendo lo suficientemente potente como para doblarle el pulso al PSPV, que por ahora intenta sin éxito 'tirar' de la ministra.

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Morant, más allá de Almansa, es ministra, actúa como tal y es atendida del mismo modo. En la Comunitat, sin embargo, es la líder del PSPV, cabeza de la oposición, pero le ocurre como en su momento le pasaba a Ximo Puig, que sus declaraciones públicas se producen en la calle y espacios muchos menos protocolarios que cuando ejerce de ministra. Por ejemplo, en Les Corts solo puede comparecer en las dependencias exteriores, a las puertas del parlamento o en la zona ajardinada.

La ministra, cuando llega a la Comunitat, tiene que pelear por un espacio público que lidera el PP de Mazón

Morant, además de no frecuentar en exceso los espacios públicos valencianos, lo hace sin un gran lucimiento. Las circunstancias no ayudan. Esta semana ha 'peleado' la calle con Mazón en Elche, con motivo de las fiestas patronales. El presidente de la Generalitat jugaba en 'casa' y sin prisas. La ministra, sin embargo, tiene que exprimir cada una de sus apariciones en la Comunitat.

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«A Morant no le gustan los asuntos orgánicos. Le aburren y le irritan, pero es que, ahora mismo, el PSPV tiene que fortalecerse en clave interna, apaciguar el conflicto entre los socialistas de Valencia, afianzar su liderazgo al margen de su condición de ministra», señala un dirigente provincial del PSPV. Las mismas fuentes recuerdan que desde Ferraz se despejaron las dudas de los socialistas valencianos garantizando que la agenda de Morant relativa a su ministerio se iba a despejar.

Sin embargo, no está siendo así. El equipo ministerial de la dirigente socialista pelea para que su jefa mantenga su actividad en Madrid o donde el Gobierno central considere necesario. Tiran de ella. Las inercias de un ministerio son potentes, y Morant no vuela libre. El reto de los dirigentes del PSPV es lograr impulsar iniciativas y generar actividades los suficientemente atractivas como para que su líder desoiga los cantos de sirena provenientes del ministerio.

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