Aitana Mas evita pisar charcos y sobrevuela frente a los temas espinosos del tripartito

La nueva vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, necesita tiempo para aterrizar en un auténtico campo minado, ese espacio político y de gestión en el que habitaba Mónica Oltra, cesada el pasado miércoles tras su imputación. Mas ha estrenado el cargo de portavoz del Gobierno valenciano en Benicassim, donde se ha delebrado el pleno del Ejecutivo autonómico.

La exvicepresidenta manejaba dos espacios de alto voltaje y Mas, de momento, ha optado por la prudencia para no pisarse los dedos ni electrocutarse. El primero de los asuntos espinosos, y recurrente todos los años: el presupuesto de la Generalitat, donde Oltra mantenía pulsos que derivaban en enfrentamientos a cara de perro con Hacienda, la conselleria que ahora dirige Arcadi España. La líder de Compromís forzó la creación de una comisión política donde los partidos participen en la confección del presupuesto. Fue una medida gestada contra el criterio de Vicent Soler, entonces conseller de Hacienda. España, desde su llegada al departamento, ha sugerido que pretende recuperar protagonismo en esa confección. Sin embargo, altos cargos vinculados a la negociación de las cuentas señalan que Presidencia, el área gestionada por Puig, asumió esa comisión, que Aitana Mas ha considerado que no tiene porqué cambiar.

«He hablado con España y soy partidaria de que lo que funciona se mantenga. Nos sentaremos y hablaremos de qué queremos y es importante que nos marquemos los plazos y las políticas, de la manera más plural posible. Si la comisión del año pasado funcionó no sé por qué no continuar de ese modo», ha indicado Mas, diciendo sin decir, o no diciendo pero diciendo.

La nueva vicepresidenta ha asegurado que «una de las cosas que me ocupan y que voy a promover» es la estabilidad del tripartito y ha afirmado que «la mejor relación posible está garantizada por mi parte y espero que igual ocurrirá con el resto de socios de la coalición».

«Soy la consellera y vicepresidenta, si no tengo las manos libres… no me ha dado tiempo a estudiar si haré cambios en la conselleria. Es importante tomar las decisiones con información y tiempo», ha señalado Mas, preguntada por posibles ceses en su conselleria con motivo de la marcha de Oltra. Son las derivadas propiciadas por la imputación de 13 altos cargos y funcionarios del departamento a raíz de la investigación judicial de la gestión interna de los abusos a una menor cometidos por el exmarido de la exvicepresidenta. El segundo asunto espinoso al que se enfrenta y que forzó la salida de Oltra. Mas está aterrizando, casi literalmente (la semana pasada estaba de viaje y posteriormente se aisló por sospechas de haber contraído el Covid), en una conselleria que atraviesa un complicado momento. A la situación judicial se suma, ahora, el cambio de consellera, lo que puede implicar modificaciones en el escalafón de Igualdad. Mas busca ganar tiempo.

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