Aitana Mas marca distancias con Oltra y aboga por negociar el presupuesto «con menos ruido»

La política tiene un alto componente de teatralización, de arte escénica. En el arte siempre hay un importante dilema entre el fondo y la forma. La llegada de Aitana Mas a la vicepresidencia del Consell en sustitución de Mónica Oltra ha supuesto la escenificación de un cambio en las formas. En este sentido, un momento álgido cada año en el modo en que Oltra lideraba Compromís en el Consell era la negociación de los presupuestos. El debate se planteaba casi como una lucha titánica entre la coalición y los socialistas que cada año tenía un nuevo capítulo dramático: acuerdos en el último minuto, consellers planteando dimisiones, denuncia de falseo de las cuentas y hasta retrasos en los plazos legales... todos los años, 'in crescendo'. Algunos consellers, como Marzà, pero no solo él, contemplaban esa bronca con incomodidad. La entrada de Mas ha supuesto, al menos por ahora, una reconducción de la forma de abordar el asunto, para lo cual la vicepresidenta apuesta por rebajar la crispación respecto a la evidenciada otros años, ya por estas fechas y, sobre todo, a finales de octubre, cuando deben presentarse los presupuestos.

«En un presupuesto siempre hay debate y es lógico ceder y conceder y que eso no deje plenamente satisfecha a ninguna de las partes, pero eso es lo normal. Es necesaria una negociación tranquila, y me gustaría que esta vez se traslade menos ruido que otros años y que la negociación esté a la altura de las circunstancias», ha señalado Mas.

La vicepresidenta de Compromís ha indicado, no obstante, que la comisión política de coordinación de las cuentas que en su momento impuso Oltra para evitar que Hacienda (conselleria en manos socialistas) monopolizase la negociación de manera bilateral, al margen del criterio global del tripartito, debe constituirse «de manera inminente». A pesar de que el actual conseller de Hacienda, Arcadi España, deslizase que quizá ya no era necesario esta herramienta que condicionó claramente la confección de las cuentas en el último año del mandato de Vicent Soler al frente de esa conselleria, la comisión se volverá a reunir para marcar la pauta a Hacienda.

«La conselleria liderará ese proceso, pero tiene que ser participativo. Antes de acabar septiembre tenemos que habernos reunido porque durante las semanas siguientes deben perfilarse todas las partidas. Es inminente la puesta en marca de la comisión», ha indicado Mas, quien además ha añadido que en el seno de ese espacio de coordinación también se debatirá el modo en que se afrontarán los cambios fiscales anunciados por Puig hace dos semanas.

Las formas, por tanto, parece que van modificándose y rebajando las aristas, si bien el fondo, la discusión en torno al reparto del dinero presente y cómo recaudar el dinero futuro, probablemente generará discrepancias, quizá no tan ruidosas pero igualmente profundas.

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