El alcalde de Torrent aceptó optar a la reelección a cambio de presidir la Diputación

Esta misma semana, el veterano dirigente socialista hacía pública una decisión que tranquilizaba al Palau de la Generalitat, a la vista de lo igualado de los sondeos que maneja la sala de máquinas socialista. Contar con alcaldes con tirón puede ser determinante para que la candidatura autonómica del PSPV también vuelva a ser la más votada.

Durante esas semanas de reflexión, Ros mantuvo conversaciones con amigos y dirigentes de su partido. La última legislatura no había resultado especialmente sencilla en Torrent, y la posibilidad de apartarse de la primera línea política -con un currículum envidiable, eso sí- estaba sobre la mesa.

Como no podría ser de otro modo, una de esas conversaciones fue con Ximo Puig. El líder del PSPV y Ros se conocen desde hace décadas, son buenos amigos y en la mayor parte de ocasiones han formado parte del mismo bando en las innumerables batallas internas que han tenido lugar en el socialismo valenciano. Puig es ahora el president, y suma ocho años en el cargo. Y Ros uno de los alcaldes más reconocidos del socialismo valenciano.

En esa conversación, Ros expuso al líder socialista los argumentos que le hacían dudar respecto a su futuro. Aspectos vinculados al desarrollo de una legislatura convulsa a nivel local, y quizá incluso a su edad -nació en 1954- y a la posibilidad de darse un descanso de la actividad política.

Pero en la conversación, fuera a propuesta de uno o de otro, surgió la presidencia de la Diputación de Valencia. El cargo, ya se sabe, quedará vacante porque el actual inquilino del Palau de Batlia, Toni Gaspar, ya ha anunciado que no volverá a presentarse a la alcaldía de Faura.

Sobre el papel, el vicepresidente de la institución y líder provincial del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, es el que cuenta con más opciones para tomar las riendas de la corporación provincial. Es el líder del partido a nivel provincial -y es el comité provincial el que eleva una propuesta- y mantiene una estrecha relación con Gaspar.

Pero la aparición del nombre de Ros cambia el escenario. La confirmación de la candidatura a la reelección como alcalde de Torrent confirmaría, según las fuentes socialistas consultadas por este diario, la existencia de un acuerdo con Puig para que fuera el veterano dirigente socialista el que optara a la presidencia de la corporación provincial.

Algunos cargos socialistas deslizan que habría sido Ros el que habría deslizado como condición para optar a la reelección que Puig le garantizara su apoyo para optar a presidir la Diputación. De ser así, el anuncio del alcalde de Torrent de volver a presentarse confirmaría el apoyo de Puig.

Y esa circunstancia haría muy complicado el pronunciamiento del comité provincial del PSPV a favor de Bielsa. En 2019, de hecho, Puig contribuyó de forma decisiva a que Gaspar siguiera al frente de la institución -tras su aterrizaje en medio de la operación del caso Alquería que derivó en la detención de Jorge Rodríguez-.

El criterio de Puig -al menos mientras ocupe la presidencia de la Generalitat- resulta determinante. De manera que si el líder socialista revalida el próximo 28 de mayo la hegemonía electoral para la izquierda valenciana, las posibilidades de que sea Ros el próximo presidente de la Diputación se disparan.