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Rocky Marciano. Boxeador mítico de los años 50. Único peso pesado campeón que se retiró sin haber sido derrotado. Un encajador mítico. En la esquina opuesta, el peor encajador: Reggie Strickland, en 18 años acumuló 276 derrotas en 359 peleas. Puñito de hierro y mandíbula de cristal. De esto mismo se acusan PSPV y Compromís, uno al otro, en el ámbito municipal. A los dos les gusta dar pero llevan mal lo de recibir. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, saltó al ring municipal hace unas semanas y despachó de un modo abrupto a la portavoz de Compromís, María Fajardo. A las críticas de la coalición en Castellón hacia el alcalde se sumó estos días la de un peso pesado de la coalición, Enric Morera, presidente de Les Corts, que ha tildado a Benlloch de machista, arrogante, autoritario, prepotente, sobrado y poco amigo de gobernar en coalición. Pocas horas después, el alcalde de Vila-real le ha constestado a Morera y, por extensión, a todo Compromís: «Tienen la piel muy fina y la lengua muy larga». En definitiva, en la izquierda todos tienen sensación de que se encaja mal la crítica y se practica poco la autocrítica.
El presidente de Les Corts, a través de una cuenta personal en las redes sociales, calificó el sábado la intervención de Benlloch en el pleno municipal cortando abruptamente a Fajardo de «desafortunada» y de formar parte del «alma» de PSPV que no asume la importancia de saber gobernar en coalición. Morera tilda al alcalde de «populista», «machista» y le advierte de que ser «arrogante, autoritario» y comportarse «fuera de lugar» le convertirá en «el más rico del cementerio», porque cuando el PP entre a gobernar «no recibirá ni ayuda ni inversiones».
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La relación, con sus altibajos, estable de Compromís y PSPV en la Generalitat se vive de otro modo a nivel municipal. Los choques son mucho más habituales. Los municipios donde los nacionalistas han pasado a la oposición de los socialistas son numerosos. A un año de elecciones, esta discrepancia en la izquierda valenciana seguirá elevando el tono de las discusiones, como se puede comprobar entre Morera y Benlloch.
El dirigente nacionalista y presidente de Les Corts no se guardó nada: «O colaboración o paso triunfal al PP, en la Plana y en la ciudad de Valencia o en cualquier otro rincón. Mientras deberíamos estar confrontando modelos de Gobierno (el del tripartito frente al del PP), un alcalde que va de sobrado corta a una portavoz de un socio preferente, en el uso de la palabra, a una compañera necesaria para que esta tierra tenga un futuro. Por ese camino, mal, y callar sería una irresponsabilidad. Aquí no nos puedes cortar el micrófono. Dicho queda». Pues eso.
Empezaba su intervención Morera señalando que agosto «es el mes de las vacaciones. Y todos esos tópicos de descansar, desconectar y desaparecer. Huir de la realidad por unos días. Pero en política eso no es cierto y no nos lo podemos permitir». Lo mismo ha pensado Benlloch. Que ha respondido a Morera lamentando lo mucho que le gusta a Compromís ejercer de Pepito Grillo sin ser capaz de verse sus propias faltas.
Benlloch responde a Morera con un saludo y recordando el cariño que le tiene «pues hemos compartido la dura lucha por el cambio en el País Valencià», y considerando que el presidente de Les Corts tendrá «muchas más cosas de las que preocuparse» que de lo que pasa en su ayuntamiento. El dirigente socialista le recuerda que durante ocho años compartió el gobierno municipal con Compromís, incluyo cuando Benlloch lo podía hacer en solitario, y que si en 2019 la coalición no participa es porque «decidieron poner a Compromís primero y al pueblo de Vila-real después».
«Lamento, desde el respeto y cariño que le tengo, el ataque que he recibido por su parte sin preocuparse de conocer lo que pasa en Vila-real en su partido y lo que pasó», ha señalado Benlloch, quien reconoce los momentos difíciles, «especialmente para su partido, al que considero compañero y útil», si bien «desde la humildad le digo que cuando quiera encontrar culpables de lo que ocurra en el futuro, sería bueno que hagan ustedes una profunda reflexión sobre si son los mismos que defendían los intereses de los valencianos o ahora están en defender los suyos propios».
Benlloch le indica a Morera que deja de lado «todos los calificativos despectivos que me dedica de manera injusta», y que le parece extraño que el alcalde haga en el pleno municipal lo que Morera en Les Corts, equiparando el modo en que los dos moderan los debates. «Yo soy el mismo que era. No es fácil ser coherente en la sociedad actual y seguro que me equivoco muchas veces, especialmente cuando entro a las provocaciones de los suyos», afirma Benlloch para continuar preguntando: «¿Son ustedos lo que eran?». Y rematar: «Tienen la piel muy fina y la lengua muy larga. Deberemos hacer todos una profunda reflexión, empezando por ustedes».
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