El AVE entre Alicante y Madrid llega con tres horas de retraso por una avería en la catenaria

Decenas de viajeros de un AVE que salió a las 8.35 horas de Alicante rumbo a Madrid han permanecido atrapados en el tren desde que, poco después de las 11 y a punto de llegar a la Estación de Chamartín, se quedó parado. Una avería en la catenaria. Pasadas las 13 horas, el vehículo continuaba inmovilizado, con los pasajeros dentro, sin aire acondicionado. Los termómetros en la capital de España marcan 30 grados. El nerviosismo comenzó a hacerse patente dentro del tren cuando algunos pasajeros perdieron la calma y se bajaron del AVE.

Un diputado de Vox, David García, es uno de los pasajeros que van en el AVE y está contando la situación a través de las redes sociales. Desde Adif se ha comunicado a los usuarios que ha habido un problema de tensión eléctrica. El personal del tren pasó un largo tiempo asegurando a los clientes que el problema se iba a solucionar, pero lo cierto es que no no se retomó la marcha hasta las 13.51 horas. Se iba a realizar un trasbordo a otro tren que, finalmente, no se ha producido, a pesar de que se habían realizado las maniobras para realizar el traslado de los viajeros. La tripulación tuvo que manejar una situación verdaderamente complicada, porque los pasajeros estaban cada vez más nerviosos.

Hacia las 13.30 horas, algunos de los viajeros, hartos de esperar, comenzaron a bajar por su cuenta y riesgo del AVE entre Alicante y Madrid, un auténtico peligro en una playa viaria por donde en cualquier momento podría pasar otro tren. Según ha informado Adif, «los trenes de alta velocidad con origen/destino Madrid Chamartin-Clara Campoamor están registrando retrasos por una falta de tensión en catenaria en esta estación». Antes de volver a reanudar la marcha, el presonal ha tenido que asegurarse de que retornasen los pasajeros que se habían bajado del vehículos. Finalmente, el tren ha llegado a su destino tres horas después de lo previsto, con el consiguiente perjuicio en todo lo relacionado con trasbordos y citas laborales que estuvieran previstas por aquellos que, en teoría, llegarían a Madrid a media mañana y finalmente lo han hecho a la hora de comer.