El Ayuntamiento de Valencia pagará 12.000 euros a una mujer en silla de ruedas que se cayó al cruzar para coger el tranvía

Una juez ha condenado al Ayuntamiento de Valencia al pago de 12.000 euros de indemnización a una mujer que sufrió un percance en silla de ruedas cuando se disponía a coger el tranvía en la calle Eugenia Viñes de Valencia. El accidente se produjo en noviembre de 2018 al cruzar la calle a la altura del número 78. En ese punto existe, en primer lugar, un ceda el paso cuya acera se encuentra rebajada, lo que facilita el tránsito de personas con movilidad reducida. Sin embargo, ya en la parte central donde se mantiene la señal del ceda, desaparece esa facilidad en el acceso.

El Ayuntamiento de Valencia alegó que la responsabilidad era de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y, en el caso de una eventual condena, que se aplicara la concurrencia de culpas, es decir, que parte de la responsabilidad del siniestro recayera en el peatón. La mujer reclamaba, de entrada, 15.000 euros como compensación.

La magistrada ha considerado que el Consistorio «ha sido negligente y no ha realizado las obras de adaptación necesarias para evitar un accidente». Además, subraya que las aceras son competencia municipal y excluye a FGV del siniestro. Sin embargo, sí acepta que la mujer actuó de manera «negligente» al no mirar por donde pasaba «y confiar que el ceda el paso ( que estaba pintado), se encontraba habilitado para circular con sillas de ruedas». En cualquier caso, apunta que esa circunstancia «es mínima» en el desenlace. Pese a todo establece un reparto de la culpa en un porcentaje del 80% y 20%, lo que contribuye a reducir la indemnización a la valenciana.

La compañía aseguradora planteaba algunas dudas por una supuesta duplicidad en los gastos de residencia y de una cuidadora que necesitó la afectada. Pero la juez resuelve que son compatibles porque tras el accidente «hay un primer periodo en que estuvo en la residencia y posteriormente estuvo en casa con cuidadora». Por este concepto reclamaba algo más de 6.000 euros. Y la sentencia le da la razón también en este punto.

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