Aznar reprocha a Sánchez que se haya apoyado en «golpistas» para echar al PP

José María Aznar volvió a apostar ayer por celebrar en Valencia un nuevo foro de la fundación Faes. Esta cita en la que se debatió sobre la reforma fiscal y la financiación autonómica recuperó la escenografía de los otros dos encuentros anteriores, que tuvieron lugar en el mismo hotel meses atrás, pero con una diferencia fundamental ya que entre los asistentes se encontraban algunos de los principales dirigente del PP valenciano a los que Aznar no dudó en enseñarles el camino marcando un discurso muy duro contra la izquierda y en especial contra Pedro Sánchez por apoyarse en «golpistas».

El expresidente recuperó el discurso que suele caracterizar a un partido de la oposición que ha perdido el gobierno y para ello puso en el foco de sus críticas al jefe del Ejecutivo. Lo primero que reprochó al también líder del PSOE fue el bloqueo de la reforma de la financiación autonómica, que consideró que «se sigue alejando y ya parece casi una quimera». Además, no dudó en señalar que la Comunitat Valenciana «mantiene demandas razonables que deberían tener acomodo» en el nuevo modelo. Este reproche a los socialistas respecto a la financiación coincide con las críticas que viene realizando las últimas semanas la líder del PP valenciano, Isabel Bonig, que se encontraba sentada en el encuentro en primera fila.

Aznar puso sobre la mesa el debate ideológico y apostó por una reforma fiscal. Un concepto que muchas veces se suele relacionar con subidas impositivas pero que el presidente de Faes matizó que no significa «acumular impuestos, desbordar las apetencias recaudatorias, ni alimentar los discursos demagógicos». «Es tener una idea clara de lo que se puede pedir a los ciudadanos, es asumir que los impuestos deben contribuir de una manera decisiva a la creación de riqueza, al estímulo de la iniciativa y a la competitividad de nuestra economía», señaló. En las mesas redondas previas también se apostó por esta línea y por fórmulas como el copago en sanidad o educación.

Las críticas al independentismo fueron otra de las líneas maestras que recuperó el expresidente en su intervención. Para Aznar el Gobierno del PSOE no sólo se apoya en aquellos que «desafían la unidad de España» sino que también contradice el interés general según el expresidente de honor del PP. En esta línea, consideró que existe una «mayoría de ciudadanos que necesita y reclama una propuesta compartida de futuro, moderada y rotundamente firme en los elementos esenciales para la convivencia democrática de los españoles».

En esta etapa «de desfachatez y desorden», Aznar abogó por poner en el centro de la solución la Constitución, que recordó que cumple 40 años y sigue representando una etapa en la que se han logrado los mayores avances de la historia de España. Por ello, afirmó que es el momento de defenderla y descartó someterla a «un ajuste de cuentas» que indicó que preparan partidos que todavía elogian a ETA.