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Ximo Puig en una imagen de archivo. EFE

El batacazo del PSOE andaluz ahuyenta el posible adelanto electoral de la Comunitat

La baja participación y la campaña en clave nacional, mensajes de alerta para Puig

J. C. Ferriol

Valencia

Domingo, 2 de diciembre 2018, 22:44

Los resultados de las elecciones andaluzas celebradas este domingo pueden condicionar algunas de las incógnitas que se mantienen todavía en el horizonte electoral de la Comunitat.

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Una de ellas, quizá la más destacada, es la que ha venido haciendo referencia a la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, decidiera adelantar las elecciones autonómicas. Se trata de un escenario con el que el propio jefe del Consell lleva amagando desde hace meses -se ha especulado con diversas fechas e incluso ahora se planteaba la posibilidad del 3 de marzo-, por más de lo aparentemente inexplicable que resultaría, a estas alturas de la legislatura, una decisión como ésta.

Si a Puig le podía preocupar que las elecciones generales pudieran llegar a coincidir con las autonómicas en ese 'superdomingo' de mayo del que también se ha llegado a hablar, lo que la campaña de las andaluzas demuestra es que unas autonómicas al margen del resto de citas electorales se plantearían en clave nacional, como una primera vuelta de esas europeas, municipales y autonómicas del 26 de mayo. Si el líder de los socialistas valencianos considera que una campaña en clave nacional le puede venir peor que una convocatoria en la que el debate autonómico sea protagonista, Andalucía le hará descartar definitivamente esa opción.

Los resultados del PSOE andaluz también son significativos. La caída de Susana Díaz, uno de los referentes socialistas más cercanos a Puig, puede hacer pensar al jefe del Consell que la marca PSOE no disponga en este momento de la fortaleza que algunos sondeos le venían atribuyendo a nivel nacional hasta la fecha. Cierto es que los socialistas gobiernan Andalucía desde hace 36 años y que Puig llegó en 2015 a la Generalitat tras dos décadas de hegemonía electoral de los populares valencianos. Pero algunos de los colaboradores de Puig más partidarios del adelanto electoral admitían nada más conocer los resultados de Andalucía que el batacazo de los socialistas en esa región aleja la opción de un adelanto electoral valenciano.

El escenario político andaluz no es exactamente identificable con el valenciano. Los espectaculares resultados de VOX en Andalucía no pueden trasladarse automáticamente a la Comunitat, precisamente por ese condicionante que supone el hecho de que el PSOE lleve tantos años gobernando aquella región. Tampoco la baja participación en una región cuyo gobierno se ha visto salpicado por alguno de los casos de corrupción más destacados de los últimos años, como el de los ERE. Aunque ese dato, el de la desmovilización, era otro de los factores que esgrimían los colaboradores de Puig que han venido rechazando un eventual adelanto de las autonómicas valencianas. «Ir a unas elecciones autonómicas al margen de las municipales, especialmente en la provincia de Alicante, resulta un riesgo demasiado elevado», se comenta desde el PSPV.

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La lectura de los resultados andaluces, en clave valenciana, envía también un mensaje a quienes han venido planteando la opción de que Puig, en el caso de que le dieran los resultados, pudiera plantear un acuerdo de Gobierno después de las autonómicas valencianas con Ciudadanos -el partido que más crece en las elecciones andaluzas- en lugar de con Compromís. «Susana Díaz se apoyó en Cs para gobernar y estos resultados demuestran que ese acuerdo no le ha ido bien a los socialistas», se apresuraron a constatar ayer fuentes de la formación que lidera Mónica Oltra.

El PP también puede extraer conclusiones de estos comicios. La calle Génova anunció hace ya semanas que esperaría hasta conocer los resultados de las elecciones andaluzas para adoptar una de las decisiones que lleva pendiente desde prácticamente el inicio de la legislatura: la designación del candidato popular a la alcaldía de Valencia. El nombre del presidente en funciones del PP europeo Esteban González Pons se ha situado siempre como el primero en las quinielas, aunque su creciente protagonismo en Bruselas y el adiós a la primera línea política de Dolores de Cospedal parecían alejarle de esta posibilidad. Un sorpasso por parte de Cs en Andalucía habría empujado probablemente a Pablo Casado a recurrir a la que en su partido consideran como su mejor opción para la alcaldía de Valencia.

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Ese sorpasso no se ha producido. Y los resultados parecen indicar que la formación encabezada en Andalucía por Juan Manuel Moreno tendría opciones de gobernar. La mera posibilidad de que se produzca esa circunstancia, pese a la caída de los populares en número de escaños y votos, liberaría a Casado de ese escenario límite que le podría obligar a tener que situar a González Pons «sí o sí» como candidato a la alcaldía. Sin el dirigente valenciano, lo que sí parece improbable es que la dirección nacional de los populares pueda plantearse apostar a un candidato poco contrastado o sin demasiado nivel de conocimiento público. La vicesecretaria popular y diputada autonómica, María José Català, puede ver reforzadas sus posibilidades a partir de estos resultados en Andalucía.

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