Alfonso Rus y Marcos Benavent no fueron amigos íntimos. Les separaba, por ejemplo, la edad, circunstancia en ocasiones determinante para relaciones de amistad estrechas. Pero sí se gestó entre ellos una especie de paternalismo, un mecenazgo del expresidente de la Diputación respecto a un ... voluntarioso Benavent a quien colocó como hombre de confianza. Pero sin más. Algo parecido a lo que ocurre en los entornos laborales donde se puede confiar en las capacidades de otro con el único vínculo de la cordialidad.
Publicidad
Benavent, en su afán por congraciarse con su ufano mentor, se proclamaba seguidor del Real Madrid. La realidad es que el fútbol no le gustaba. Estas dos personalidades, sin duda singulares, han recorrido caminos diferentes. De ese paternalismo al mayor de los odios, inyectado en aquellas iniciales acusaciones hasta llegar a una cooperativa impulsada por la necesidad. Una alianza para 'cargarse' la causa de Imelsa. El final de etapa llega este lunes cuando se sentarán en el banquillo de los acusados por los zombies de Imelsa. Se enfrentan a doce y nueve años de prisión, respectivamente.
Recapitulemos. Benavent se puso a llorar en una cena de Navidad de la empresa pública cuando ya planeaba, o al menos rondaba su cabeza, su famosa huida disfrazada de vuelta al mundo purificadora. Para las hemerotecas queda aquella noche en la que Rus, su mano derecha Emilio Llopis y Juan José Medina, exvicepresidente de la Diputación, acudieron a su domicilio en un intento a la desesperada para que recapacitara. No atendió a razones.
Finalmente se marchó. Regresó con un aire completamente diferente. Que si lo hippie, la astrología y la purificación interior. El cambio. La redención. De conducir un coche que superaba los 60.000 euros a abrazar el 15-M. «Era un yonki del dinero», admitió a la entrada a los juzgados. El mejor eslogan de la corrupción jamás inventado.
Publicidad
«Va a salir mierda a punta pala», amenazó. Y lo cumplió. Cargó contra todos con escasas salvedades, aunque se guardaron nombres. El guión original, sin embargo, se torció hace un año y medio cuando Benavent decidió romper con la Fiscalía Anticorrupción, hasta esa fecha su más fiel colaborador.
La ruptura se produjo después de que la Fiscalía pidiera para él ocho años de cárcel por la primera de las piezas judiciales. Otras fuentes judiciales señalan, no obstante, diferentes intereses para contextualizar ese desencuentro. Subrayan, además, que uno de los grandes beneficiados por el cambio de relato era Eduardo Zaplana porque Benavent pasó entonces a cuestionar la legalidad del inicio del caso Erial.
Publicidad
La Audiencia lleva medio año para la sentencia de la primera pieza de Imelsa. Se ignora, por tanto, si se validará el inicio de la investigación de toda esta macrocausa. Las pesquisas comenzaron con las grabaciones que durante años registró Marcos Benavent de sus amigos y compañeros del PP como medida de protección en el caso de que finalmente todo se destapara y él quedara expuesto. Tras virar su estrategia, declaró que los audios estaban manipulados, que él dirigía las conversaciones para tratar de implicar a sus interlocutores.
Benavent guardó esos audios en el ordenador de su suegro, Mariano López. La relación con la hija de López terminó y fue entonces cuando, supuestamente, por venganza facilitó esas grabaciones a la diputada de Esquerra Unida, Rosa Pérez, hoy consellera de Transparencia. El pacto, al parecer, fue que en la denuncia de Pérez no se incluyera el asunto del call center, irregularidades que se conocieron posteriormente por las revelaciones de Benavent. Esa adjudicación salpicaba directamente al suegro.
Publicidad
Una pericial encargada por Rus concluye, tras el análisis del disco duro, que ese ordenador no se utilizó desde el 5 de mayo de 2012 a las 11.35 de la mañana. Además, en el dispositivo de almacenamiento no se han hallado rastro de ficheros con la extensión amr.
«Este hecho permite confirmar que en el disco duro Seagate analizado no existen ni han existido ficheros de audio de similares características a los encontrados en los dispositivos USB», recoge el dosier. Estas memorias portátiles son la base en la que se asienta la causa ya que contienen los audios.
Publicidad
El análisis del experto informático añade que la memoria Kingston, la de Pérez, fue creada en julio de 2014. Respecto al otro dispositivo, denominado Intenso y perteneciente al suegro, el experto destaca que contiene más información que el de Rosa Pérez, al menos tres archivos, mientras que otros tres fueron borrados. Sí coincide en que ambas memorias contienen los mismos 41 clips de audio. Las famosas grabaciones de Benavent.
La defensa de Rus, y por extensión la del resto de acusados en este procedimiento, se plantean ahora de dónde proceden esos audios y quieren poner en cuestión la cadena de custodia de todo este material. La memoria sobre la que trabajó la UCO fue la del suegro, según explicaron en el primer juicio de la trama, el asunto de Thematica, la empresa en la sombra de Marcos Benavent.
Noticia Patrocinada
En unas horas este informe y seguro que otras sorpresas de igual o mayor calibre se plantean durante las cuestiones previas de la vista. Un juicio en el que también estará en el banquillo, el exdelegado del Gobierno Rafa Rubio por la contratación de dos zombies. Quién le iba a decir al socialista que al final de su carrera se vería en un banquillo con Rus y Benavent.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.