Bielsa se ofrece como candidato de las bases y Soler se muestra crítico y punzante con Morant

Bielsa ha acudido a la sede del PSPV en Valencia a las 10 de la mañana escoltado por cerca de 200 militantes, que han abarrotado pasillos y escaleras. Alcaldes como el de Sagunto, Burjassot o Godella, y socialistas rasos, militancia de infantería, anónimos, se han situado detrás del alcalde de Mislata cuando ha señalado su deseo de representar al partido. Bielsa ha ofrecido un «cambio tranquilo», ha asegurado respaldar sin fisuras las políticas de Sánchez «pero seremos reivindicativos» en lo relativo a la Comunitat, un discurso autonomista.

El alcalde de Mislata, preguntado por si se siente un «señor de la guerra», expresión utilizada el sábado por Pilar Bernabé, delegada del Gobierno y número dos del PSPV para señalar aquello que el partido debe rechazar en estos momentos, ha precisado que él es «un señor de paz».

Soler ha llegado menos acompañado. Ha ofrecido «un proyecto de unidad, por eso, contactar con la militancia, escucharla y trasladarles nuestros proyectos». El dirigente alicantino ha hecho una velada comparación de lo que quiere y lo que hay. Soler ha pedido «más ecuanimidad», y «más coordinación» con la militancia y las direcciones comarcales y provinciales. «Más» que actualmente. Preguntado por las negociaciones llevadas a cabo hasta la fecha, el exalcalde de Elche ha dado por sentada la «imparcialidad» de Ferraz, ha negado que la condición de ministra de Morant se pueda interpretar como un respaldo de Sánchez ha su candidatura («aquí somos todos militantes rasos»), si bien ha señalado que sus responsabilidades en el Gobierno le robarían tiempo para ejercer el liderazgo de la oposición en la Comunitat, «pero no es imposible, porque se puede rodear de un buen equipo». «Ser ministra te hurta tiempo y dificulta el día a día»; ha señalado Soler, quien ha admitido que ahora mismo su sintonía con Bielsa es mayor por la sensibilidad común al ser los dos dirigentes provinciales.

La sensación, ahora mismo, es que Soler y Bielsa tienen más puntos en común y sus circunstancias personales y políticas les aproximan frente a la situación de Morant, una ministra con obligaciones ejecutivas que esta tarde en Gandia, ciudad de la que fue alcaldesa y en la que se concentra el núcleo duro de sus apoyos orgánicos (los mismos que consolidaron la jerarquía de Puig en el PSPV), celebrará un acto en la calle para demostrar sus apoyos.