Carlos Fernández Bielsa, como Alejandro Soler, decidió en marzo del año pasado retirarse de la carrera por la secretaría general del PSPV. Lo hicieron, eso ... sí, después de que la dirección federal del PSOE multiplicara la presión sobre ambos para que se apartaran de ese proceso y dejaran el camino despejado a Diana Morant. Ha habido otros procesos orgánicos en las filas socialistas en otras CCAA y no siempre se ha impuesto el aspirante que tenía la etiqueta de 'impuesto por Sánchez', aunque sí que ha ocurrido en todos los casos cuando uno de los aspirantes era un ministro de su Gobierno.
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Bielsa puede que se haya arrepentido, o no, de haber dejado pasar aquella oportunidad, que sin duda habría sido mucho más clara si hubiera logrado conquistar la presidencia de la Diputación de Valencia. Lo que sí que parece es que en sus planes no entra volver a tomar una decisión como aquella. El alcalde de Mislata y líder provincial de los socialistas de la provincia de Valencia ya ha anunciado que optará a la reelección y mantiene, a dos semanas del congreso nacional del PSPV, la misma determinación que cuando realizó ese anuncio.
Bielsa reivindica que ni la militancia, ni la ciudadanía entenderían que se creara un conflicto en la provincia. Algunos cargos socialista le reprochan que no atendiera esa tesis cuando se presentó contra Mercedes Caballero, con una cita electoral en el horizonte mucho más cercana que ahora.
Pero el también portavoz de los socialistas en la corporación provincial no quiere dejarse impresionar por el hecho de que la dirección de su partido –de la que él forma parte como vicesecretario general, aunque en la práctica esa condición haya pasado desapercibida- esté decidida a negociar con él (una forma diplomática de advertirle de las consecuencias de no atender esa petición) para que no se presente. El día 8 de febrero, según el calendario aprobado por el PSPV, se podrá comprobar si hay uno o más de un candidato, y quién o quiénes optan a la secretaría general.
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Bielsa está decidido a presentar sí o sí su candidatura a la reelección. Ya lo ha anunciado, lo reiteró su entorno este pasado jueves y es una decisión meditada y cree que más que justificada. La situación en la que se encuentra el partido en la provincia es de unidad, salvo por la fractura que puede generar la presentación de un nuevo candidato con el aval de la ejecutiva de Morant. Una candidatura en la que muchos ven también una operación de los pelayos y de la FSP para extender su poder en un ámbito, el de la provincia de Valencia, que no se ha dejado arrinconar por intereses que no respondan a los exclusivos de los alcaldesa y alcaldesa socialistas de la provincia de Valencia.
Los resultados electorales –más alcaldes que el PP en la provincia de Valencia (aunque menos que en la anterior legislatura bajo el liderazgo de Mercedes Caballero)- avalan la posición de Bielsa, aún a pesar del resbalón con la presidencia de la corporación provincial. De hecho, ese es el principal factor que juega en su contra. «Cuando un dirigente socialista pierde una institución, tiene que apartarse», señala una fuente de ese partido. Bielsa no perdió la presidencia de la Diputación, porque no la ocupaba él (sino Toni Gaspar), pero a los efectos del socialismo valenciano, no haber retenido para el PSPV la presidencia de la corporación supone una derrota sin paliativas. Y en este caso, con el agravante de una negociación, la que se mantuvo con Jorge Rodríguez, que parecía atada desde el principio y que acabó enredándose –no sin la colaboración de Puig y su decisión de designar en aquel momento a Rebeca Torró como síndica de los socialistas en Les Corts–.
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El caso es que Bielsa está dispuesto, asegura, a mantener su candidatura contra viento y marea, consciente quizá de que la estrategia de la dirección socialista puede pasar más por la amenaza de un candidato alternativo, más que por la certidumbre de que vaya a presentarlo. A estas alturas, y esa es la realidad, Bielsa continúa siendo el único aspirante a líder provincial que ha mostrado su voluntad de optar al cargo. Las alternativas, con el alcalde de Ribarroja Robert Raga como opción aparentemente más consolidada, sólo vienen realizando trabajo de campo para comprobar si, como se suele decir, «hay agua en la piscina».
La provincia de Valencia dispone aproximadamente 9.000 afiliados al PSPV, de modo que contar o no con tres agrupaciones de tamaño mediano puede decidir el resultado final del proceso. Bielsa exhibe la fortaleza de los resultados obtenidos a nivel municipal en 2023 -algo más de un centenar de alcaldías- porque supera a las del PP. Aunque no es menos cierto que, en comparación con los resultados obtenidos en 2019, el PP avanzó en una treintena de varas de mando, que son en términos aproximados los que se dejó el PSPV comandado por Bielsa.
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Por comarcas, y según las fuentes consultadas por este diario, Bielsa tiene opciones razonables de imponerse en la Ribera Alta, el Camp de Morvedre y Utiel-Requena. Más igualado estará el resultado en la Ribera Baixa, pese a disponer del respaldo hasta la fecha de Almussafes, l'Horta Nord, con el apoyo por ahora de Burjassot, y en los Serranos. El caso de l'Horta Sud, la comarca más afectada por la dana, será uno de los que habrá que analizar con más detenimiento.
Los problemas le pueden venir de algunas de las comarcas con más población, como Valencia, la Safor o la Costera. Y de otra mucho más pequeña, l'Hoya de Buñol. Comarcas claramente bajo el control de los pelayos (Valencia) o de Morant (Safor), o que dependen de una referencia principal como Xàtiva, hasta ahora con Bielsa.
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