El ala independentista del Bloc critica que la cúpula del partido silencie el debate sobre Cataluña

La corriente independentista del Bloc se ha disgustado al saber que la dirección del partido, que actualmente es la que organiza el congreso que se celebrará a final de mes, ha mostrado una «nula disposición al diálogo y al acuerdo para consensuar enmiendas». BiP presentó un paquete de diez propuestas firmadas por más de un centenar de afiliados, lo que les permitía exponerlas ante los dirigentes del partido y ver qué se podía hacer con ellas. Para el ala independentista, se quiere hacer poco o nada.

«La actual dirección del Bloc actúa contradictoriamente cuando dice que tiene voluntad de diálogo y consenso pero luego, a la hora de la verdad, demuestra que es nula. La respuesta que hemos recibido por parte de las ponencias llegó sólo un día antes de finalizar los plazos, por email, y para rechazarlo prácticamente todo«, señala BiP en un comunicado en el que su coordinador, Vicent Fernàndez, lamenta que se haya roto con la «tradición» de acercar posturas «haciendo los máximos esfuerzos».

Fernàndez considera que «esta vez» la actitud de la dirección indica que «esto es lo que hay y puedes aceptarlo o no». Una imposición sin diálogo respecto a propuestas que «hacían referencia a la profundización de la democracia interna y del valencianismo político», enmiendas rechazadas del todo o «descafeinadas» al máximo para anularlas.

«BiP enmendó la ponencia política para que se hiciera referencia a la represión contra el pueblo de Cataluña que ha sufrido estos últimos años y que pide nuestra solidaridad explícita«, recuerda Fernàndez sobre una propuesta de apoyo a »los hermanos catalanes en lucha«. Los independentistas valencianos advierten que ese tema se había obviado en el texto inicial propuesto por la ponencia dirigida por Vicent Marzà, conseller de Educación, que desde hace años evita pronunciarse sobre estos asuntos con la claridad que utilizaba antes de ser conseller y apostaba también por la vía independentista. Ante tal olvido, desde BiP decidieron hacer memoria, y para su disgusto «nos han censurado los términos que hacían referencia explícita, como es el de los 'presos políticos', por ejemplo». La actitud de la dirección es, según los críticos, un modo de silenciar «términos y palabras que compartimos toda la militancia» respecto a un «conflicto nacional que es también nuestro». Y por todo eso, Férnàndez considera que no pueden apoyar «la candidatura oficialista de Àgueda Micó, porque no podemos dar apoyo a unas formas de hacer las cosas que se alejan de lo que pensamos que debe ser un partido abierto a toda su pluralidad y sus sensibilidades, con una falta de diálogo y acuerdo constante y reiterada«. Fuentes vinculadas a esas ponencias admiten que las propuestas de BiP llegan en un momento inoportuno, tanto por la situación de tensión catalana como por la necesidad de ofrecer un discurso en la Comunitat atractivo para un electorado alejado de esos deseos de independentismo que, según el sector crítico, está tan extendido entre los militantes del Bloc.