![Bonig cede ante Génova](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202105/01/media/cortadas/bonigymazon-R8zr5gPIJTNmYUwC60sLHUP-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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La celebración de la Junta Directiva del PPCV que debe convocar el congreso regional que renovará la dirección del partido será una realidad a lo largo de esta semana. De hecho, incluso podría convocarse mañana mismo. Después de unos días de reflexión y tras mantener nuevas conversaciones con la dirección nacional, todo apunta a que Isabel Bonig dará su brazo a torcer y comunicará esta misma semana que no optará a la reelección en un congreso que tendrá lugar antes del verano.
La decisión de la líder del PP valenciano era inevitable desde hace semanas, y se puede haber acelerado tras la reunión que este pasado viernes mantuvo con Teo García Egea. El número dos de Pablo Casado ya trasladó a Bonig hace 15 días que Madrid quería que fuera Carlos Mazón, y no ella, quien tomara las riendas de la dirección regional, con el objetivo de poner en marcha el partido para recuperar la Generalitat en las próximas autonómicas.
Bonig pidió tiempo. Al menos hasta las elecciones del 4-M. Y Génova accedió, con el decidido empeño de hacer de este un proceso lo más consensuado posible, conscientes de que en una situación como la actual, el PPCV cometería un error imperdonable si el relevo en la presidencia no se hiciera de forma pactada. Ni una palabra más alta que la otra, ni una exigencia de decisiones inmediatas, apenas una referencia a la generosidad por parte de María José Catalá. Bonig lo ha dado todo por el partido en estos seis años, y se merece que la gestión de su salida ponga en valor esa actitud.
¿Y ahora qué? Lo más inmediato será la convocatoria de la Junta Directiva, que tendrá lugar posiblemente esta semana. De ella saldrá la convocatoria del congreso regional, que si es ordinario no tendrá lugar antes de 45 días. A partir del último fin de semana de junio ya podría celebrarse ese cónclave. Con Bonig no se ha hablado aún de su futuro, entre otras razones porque parece razonable dar tiempo a quien ha dirigido el partido en su etapa más complicada para que medite qué papel quiere jugar en la nueva etapa que se abre en el partido. Mantener la portavocía en Les Corts parece un escenario poco probable.
Resuelta la incógnita que afecta a Bonig, que también es consciente de que ni una sola voz en el partido ha salido públicamente a pedir que se vuelva a presentar a la presidencia, será el tiempo de los nuevos pasos en la dirección regional. Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante y líder del partido en esa provincia mantiene un silencio elegante, consciente de la necesidad de guardar las formas. Cuando el congreso se convoque, el líder alicantino dará el paso. Y Catalá será su lugarteniente.
Mazón cuenta con el aval de la calle Génova, que no es poco. Pero además, ha venido manteniendo conversaciones con referentes del partido para preparar el terreno. El dirigente popular es consciente de que su llegada a la presidencia regional recuerda a la de Eduardo Zaplana, y sabe que de su capacidad para integrar a todos en la dirección y de cómo consiga acomodar a la provincia de Valencia dependerá que el congreso regional sirva de revulsivo, y no de freno, para su proyecto.
Mazón cuenta también con Toni Cantó. El exlíder de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana ha mantenido una relación fluida con el dirigente alicantino, que ya se hizo evidente el día que pactaron la presidencia de la corporación provincial. Y esa relación no sólo no se ha visto afectada sino que se ha reforzado con su salida de Cs y su salto a la política madrileña de la mano de Isabel Díaz Ayuso. «Estoy a disposición del nuevo líder» del PP valenciano, dijo el viernes Cantó.
La operación, por tanto, pasa por sumar. Lo verbalizó Cantó y lo visualizará Mazón con su mensaje. El comunismo o libertad de Madrid trasladado a la Comunitat Valenciana, para combatir a un Botánico asfixiado en lo económico e ideologizado en la gestión.
¿Y Mazón tendrá candidato enfrente? José Vicente Anaya, el alcalde de Ayora, anunció su candidatura y recibió hace pocos días el apoyo de Juan Ramón Adsuara, el alcalde de Alfafar. Referentes del partido en la provincia de Valencia que parecen haber reaccionado a esa vieja dicotomía campistas y zaplanistas que se agita desde algunos ámbitos del propio PP valenciano. Está por ver, no obstante, que Anaya vaya a formalizar su candidatura, primero, y a aguantarla hasta el final, después.
Génova está decidida a evitar el congreso de confrontación. El PP valenciano necesita trasladar imagen de unidad. Lo contrario le dejaría sin margen de actuación ante un eventual adelanto electoral en 2022.
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