Bonig fuerza al tripartito a pronunciarse sobre la fusión entre Bankia y CaixaBank

El PPCV pretende que todos los partidos, y especialmente los del Botánico, se pronuncien en relación a la defensa de la posibilidad de que Valencia sea la sede social de la entidad resultante de la fusión entre Bankia y CaixaBank. Los populares consideran que los socios más a la izquierda del Consell se sienten ajenos a toda la batalla por mantener la sede. Igualmente, piensan que los socialistas valencianos han detectado que el Gobierno central no va a intervenir de ningún modo para que la Comunitat mantenga la sede. Y ante esas reticencias, la presidenta del PP, Isabel Bonig, anunció ayer la presentación de una declaración institucional en Les Corts con la que pretende que el parlamento valenciano muestre su «voluntad clara e inequívoca» de que la entidad bancaria resultante de la fusión de Bankia y CaixaBank mantenga su sede en la Comunitat Valenciana, donde se ubican las sedes de las dos entidades que han iniciado una negociación para fusionarse.

Para que esa declaración se apruebe hace falta el voto unánime de todos los partidos de la Cámara. Bonig dio por hecho ayer que todas las formaciones apoyarán el texto. No obstante, también deslizó que considera que Compromís y Podemos se han puesto de perfil.

Mantener la sede en Valencia es, para la dirigente popular, «una decisión trascendental, colocaría a la Comunitat Valenciana en el mapa económico y mercantil de España y del mundo». Toda esa importancia, sin embargo, no se trasluce en la actitud del tripartito valenciano, según la dirigente del PP, quien afirma haber notado «tibio» al presidente Puig. Bonig deslizó que no sabe si esa supuesta actitud expectante obedece a que «tiene información de que Pedro Sánchez va a utilizar una vez más a la Comunitat como moneda de cambio con los independentistas», en relación al deseo del Govern presidido por Torra de que la sede se instale en Cataluña.

Bonig recordó que «Podemos ya se ha desmarcado» en lo que se refiere a postular Valencia como sede, mientras que para Compromís «eso de la defensa de los intereses económicos de los valencianos, como que no va con ellos en esto». Ante la duda que percibe, el PP «quiere dar un paso para que esta bandera la tome el presidente de la Comunitat Valenciana» para lo cual, afirmó, tendrá al PP a su lado en este tema. La líder de la oposición aseguró ayer que la declaración institucional va «sin ánimo de guerra política, por el bien de la Comunitat», por lo que «estaría muy bien que firmaran todos» los grupos porque «no ataca a nadie».

«La presentamos para mostrar la voluntad inequívoca de la sociedad valenciana de que todos apoyamos que la primera entidad bancaria de España se mantenga en la Comunitat Valenciana. Es positivo. A los valencianos hay que darles esperanza. Nos hubiera gustado que Puig hubiera tomado esta iniciativa, pero en vista de que no lo ha hecho, la presentamos con el ánimo de pactar en algo que va a incidir muy positivamente en la vida de los valencianos», recalcó Bonig.

La declaración insta al Consell «a requerir al Gobierno de España a que defienda esta posición y, para su consecución, realice las gestiones oportunas y adopte las medidas necesarias para asegurar su cumplimiento». Frente a la «tibieza de Ximo Puig y el escaso entusiasmo político mostrado por el Consell» al conocerse la noticia, Bonig quiere que todo el Botánico se descarte.

Bonig afirmó que para el PP esta fusión es «una buena noticia» y el Govern catalán «ha salido a manifestar su voluntad para que la sede social vuelva allí» pero «no se entendería que no estuviera aquí la sede».

El pasado viernes, al día siguiente de conocerse la existencia de la operación, Puig afirmó que consideraba «lógico» y «razonable» que ese emplazamiento no se mueva de la capital del Turia. «Sería un hito muy positivo para la Comunitat Valenciana», subrayó si bien mostró su «respeto absoluto a las decisiones que tomen estas dos entidades privadas». La líder de Compromís, vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, preguntada por el asunto se limitó a señalar que la fusión no era un asunto tratado en el pleno del Gobierno valenciano y se remitió a lo manifestado previamente por Puig; es decir, «respeto» a las «decisiones».

Desde Podemos, su síndica en Les Corts, Naiara Davó, señaló ese mismo viernes que no había «nada que celebrar» si la sede social se quedaba en Valencia porque se trata de una circunstancia simbólica que no traslada la actividad financiera de las entidades. Frente a tal distanciamiento, los populares han replicado forzando un pronunciamiento de todos.