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El mensaje del Botánico respecto a la infrafinanciación de la Comunitat y la responsabilidad del Gobierno central por estas carencias económicas se ha ido edulcorando hasta, quizá, alcanzar ayer el colofón, con un par de votaciones de iniciativas en Les Corts donde se plantean reivindicaciones que, en otros tiempos, cuando el PP estaba en la Moncloa, se consideraba no más allá de un punto de partida de todo lo que deberían recibir los valencianos por parte del Estado y de un Ejecutivo que marginaba a la Comunitat. Todo contra Montoro (el ministro), ni un día sin recordar las fechorías de Montoro. De aquella diatriba queda poco. Si acaso, Montoro, al que se sigue empleando como principio y fin de todo el problema, especialmente por parte de los socialistas, mientras que Compromís se conforma y Podemos abraza el pragmatismo con un fervor insospechado hasta hace unos meses. De tal manera que el Botánico ha situado el listón de exigencias a la altura mínima. Esta rebaja deriva en que el tripartito votase ayer contra la reclamación del IVA. En el mismo pleno de Les Corts, el tripartito presentó una iniciativa respecto a la financiación valenciana que se limita a redundar en algunos puntos del acuerdo entre Compromís y el PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez en enero, esquivando cualquier petición de garantías para que el Gobierno presente un nuevo modelo de financiación antes de otoño, para lo cual parece lógico que sea necesario un pronunciamiento del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), algo que reclamó el PP para secundar la iniciativa del Botánico y que el tripartito se negó en redondo a reclamar al Gobierno central.
La iniciativa del PP, debatida en primer lugar, en la que se instaba a reclamar los 280 millones correspondientes al IVA de diciembre de 2017 que el Ejecutivo de Sánchez se niega a pagar, ya permitía intuir lo que pasaría posteriormente. La reclamación de los populares, que señalaba que se llegaría a la vía judicial si la negociación con Madrid no fructificaba, fue apoyada por Ciudadanos y Vox, pero rechazada por el tripartito.
Podemos justificó su negativa en que el IVA no soluciona el problema de la infrafinanciación. Menos da una piedra, pero en este caso, ni ese menos quieren los podemistas. El diputado Ferrán Martínez defendió con tanta vehemencia al Gobierno valenciano que llegó a afirmar que el conseller de Hacienda, el socialista Vicent Soler «ha sido el mayor defensor de los intereses de la Comunitat». El mayor. Se trata del mismo Martínez que en septiembre, cuando Soler anunció, por error, que el Gobierno liberaría varias partidas para mejorar la liquidez de la Generalitat, señaló que «hemos sido muy prudentes, haciendo prevalecer la unidad del Botánico, pero todos hemos de reclamar una solución inmediata y urgente a los problemas que tenemos. Lo que se nos debe se nos tiene que entregar ya». Aquel «ya» de septiembre se convirtió ayer por parte de Podemos en un «no es lo que queremos, pero es más de lo que hizo el PP».
Compromís admitió que se conformaba también a renunciar al IVA, ese dinero que su líder, y vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, aseguró que reclamarían por «por tierra, mar y aire», pero dejando «respirar» al nuevo Gobierno central, para que nombrase a sus equipos. Un mes después de esa declaración de intenciones, el Botánico votó en contra de reclamarlo. Y es que, así lo explicó la portavoz adjunta de Compromís, Aitana Mas, su proposición «evita el conflicto y apuesta por el consenso».
El PSPV explicó su voto negativo recordando que el exministro Cristóbal Montoro, del PP, tiene la culpa de que no se recibiese el IVA, continuó señalando a Montoro y terminó hablando de Montoro. Ante el Gobierno presidido por Rajoy, todo apuntaba a la necesidad de «montar un pollo». Ahora, ya no. Por todo ello, Les Corts rechazó reclamar los 280 millones.
Dos horas más tarde llegó el turno de votar una iniciativa presentada por el Botánico sobre la financiación. En realidad, durante ese tiempo, el tripartito negoció con el PP y Ciudadanos en los pasillos de la Cámara para intentar consensuar la reclamación de más recursos al Gobierno central. La propuesta inicial del Botánico no recogía ni siquiera plazos. Ciudadanos se sumó a su iniciativa porque se incluyó que el Ejecutivo central debería presentar una propuesta de financiación antes de septiembre y se tendrían en cuenta los informes de los expertos, algo a lo que, en realidad, ya se había comprometido Sánchez cuando pactó con Compromís su investidura. Ninguna exigencia nueva. El PP reclamó, para llegar a un acuerdo conjunto, que Les Corts demandase que, antes de septiembre, se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera con la financiación como tema central de la reunión. La petición de los populares perseguía garantizarse que desde el CPFF se concrete mínimamente el modelo de financiación que el Gobierno central dice que hará público en septiembre, dentro de siete meses. Elevadas consultas al Consell por parte de los miembros del tripartito, los grupos que sostienen al Botánico respondieron negativamente al PP y rechazaron sus peticiones de reclamar más garantías de que el Gobierno contará con un proyecto sólido que ponga fin a un sistema de financiación caducado hace años.
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