El Ayuntamiento de Alicante ha conseguido frenar los desmanes durante la Romería de la Santa Faz. Una fiesta religiosa que cada año se convierte en un gigantesco botellón en la playa de San Juan. La presencia policial y los controles han surtido efecto. 150 agentes vigilan a los participantes. En sólo dos horas han intervenido 250 litros de alcohol.
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