Bravo anuncia una segunda Ciudad de la Justicia en Valencia

Lo más adelantado, como suele ocurrir en estos asuntos, es el nombre. La segunda sede judicial de la capital del Turia se llamará Ascensión Chirivella. Se trata de la primera licenciada en Derecho que ejerció como abogada en España. La denominación pretende ser un reconocimiento a la trayectoria de esta jurista.

La consellera se escudó en la falta de espacio del actual edificio judicial para impulsar unas nuevas dependencias. La Ciudad de la Justicia, un edificio que fue modelo para otras instalaciones similares en España pero también de inspiración en Europa, «se ha quedado pequeño». «Tenemos un gran déficit de espacio», reconoció.

La consellera indicó que los terrenos, en principio, ya están seleccionados. Pertenecen a la Generalitat, lo que siempre agiliza los trámites. La parcela se sitúa justo detrás del conservatorio a unos cientos de metros de la primera sede. No obstante, no podrán estar comunicadas.

La Ciudad de la Justicia aparte del problema de tamaño ha arrastrado desde prácticamente su inauguración innumerables problemas de mantenimiento, de climatización y otras incidencias. Aún hoy en día son notables los problemas en el funcionamiento de algunos servicios. De hecho, tras su llegada a la Conselleria de Justicia destituyó a dos altos cargos responsables del estado y mantenimiento de las infraestructuras judiciales en la Comunitat. Se trata del arquitecto Román Grisolía, jefe del servicio de Infraestructuras Judiciales y un histórico del departamento durante los gobiernos del PP. De igual modo, también abandonará su puesto Ángeles Rosell, secretaria general administrativa.

Al margen de este anuncio, el discurso de Bravo estuvo impregnado de un notable carácter electoral. En este clima, la consellera ha lamentado «el ruido que crispa la vida púbica y perturba el funcionamiento de las instituciones democráticas». Para ella, resulta clave en el escenario actual «el hooliganismo político» que sólo entiende la vida política desde una trinchera, la polarización del debate, la difusión de noticias falsas y los bloqueos tan importantes como el Consejo General del Poder Judicial. En definitiva, «la erosión de la democracia».

¿Cómo se debe paliar los efectos de esta situación? Para Bravo, la vía valenciana es una de las posibilidades, sino la mejor, con el camino del sentido común, la palabra... «Diálogo y acuerdo que conducen a la política útil».

Presumió de la labor del Botánico. «Nadie se ha quedado atrás ni en los peores momentos, en una emergencia climática ni con la guerra de Ucrania». La titular de Justicia ha descrito una situación casi idílica para la Comunitat. «Hemos conseguido un gran escudo social con la reforma fiscal progresiva y una estabilidad con los presupuestos«. »Hoy somos trabajo, con récord de más de dos millones de afiliados a la Seguridad Social. Somos un imán de atracción para las empresas por la seguridad jurídica y el apoyo a los emprendedores».

La consellera ha añadido el incremento de las exportaciones y la mejora del turismo a niveles anteriores a la pandemia, como otro de los puntales de la economía valenciana. Las ayudas a la dependencia cuentan con el triple de beneficiarios que en 2015, ha destacado.

Hoy ya no somos desgobierno y corrupción, ha querido marcar respecto a la etapa de los populares. «Lo público debe ser una esfera para innovar, una palanca de oportunidades». En esta tarea se necesita un personal cualificado. «Reclutar a los mejores y estabilizar plantilla». Para esto ha recordado que la Generalitat se ha embarcado en «el mayor proceso de oposiciones desde los años ochenta». Y aun así tendremos la mitad de personal que España, ha indicado. Las estadísticas muestran que hay 27 funcionarios por cada 1000 habitantes en la Comunitat frente a la media de 45 en la administración general.

La responsable gubernamental ha recordado cómo estos días se celebra el juicio de Gürtel por la corrupción de los populares y cómo se ha entorpecido la labor de la Justicia como, por ejemplo, a través de las investigaciones paralelas de la estructura policial en el caso Kitchen.

En este sentido, la consellera ha anunciado, dentro de su plan de modernización de sedes judiciales, la construcción de una segunda Ciudad de la Justicia, que se denominará Ascensión Chirivella. Se trata de la primera licenciada en Derecho que ejerció como abogada en España.

El actual edificio, que tan sólo lleva 20 años de funcionamiento, «se ha quedado pequeño». Se estudia su futura ubicación junto al conservatorio, en unos terrenos propiedad de la Generalitat. «Tenemos un gran déficit de espacio», ha reconocido.

La consellera, que es fiscal, se ha centrado en la parte final de su discurso en el área de Justicia. Así, ha reclamado una cogobernanza en materia judicial y también en la elaboración de las leyes. «Federalismo judicial» ha sido la propuesta de la dirigente socialista. «Se trataría de adaptar tras casi medio siglo de vigencia de la Constitución un aspecto que no está bien resuelto en la arquitectura administrativa».

Bravo ha recordado otras de las iniciativas estrella del Consell, como la abolición de la prostitución. «No se puede consentir que el cuerpo de una mujer sea un objeto de compraventa», ha subrayado. La «ambición» de esta propuesta puede ser «irrealizable», ha admitido. Pero el reto resulta lo suficientemente importante para intentarlo, según sus palabras.

La consellera, en respuesta al informe del Síndic de Greuges, ha adelantado que leerán el dosier con detenimiento para mejorar. Pero ha sostenido que la Administración ha mejorado enormemente en los último siete años y también la atención a la ciudadanía.