«Estamos perdiendo la batalla». Así resume una diputada del tripartito la situación del feminismo en la Comunitat. La llegada de la izquierda al poder ... en la Generalitat coincidió con la eclosión del movimiento feminista en las manifestaciones del 8M de 2017 y 2018. Sin embargo, la recta final de la segunda legislatura del tripartito es un camino que se empina, se bifurca y se embarra. Es difícil enfrentarse más sin abandonar los sillones del poder. Socialistas, nacionalistas y podemistas se censuran unas a otras actitudes contrarias a la causa feminista.
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La Coordinadora Feminista convoca y organiza las manifestaciones mayoritarias del 8M en la Comunitat. Participan todas las instituciones bajo el lema «tijeretazo al patriarcado» y diferentes formaciones y colectivos acudirán con sus respectivas pancartas. Será ahí donde puedan verse las divisiones y fricciones entre las diversas corrientes del feminismo y de los partidos en la Comunitat.
Las discrepancias no se visibilizarán tan crudamente como en Madrid, pero entre las feministas valencianas y los partidos de la izquierda también hay serios enfrentamientos con motivo de la ley trans, apoyada por Unides Podem, Compromís y secundada por la dirección del PSPV, si bien una parte destacada de las socialistas feministas valencianas han manifestado su rechazo a la ley, entre las que se incluyen la responsable de Justicia en la Generalitat, Gabriela Bravo (tildó en septiembre la ley trans impulsada por Podemos como «una aberración»). La consellera lidera, además, una postura abolicionista de la prostitución que Compromís no comparte y que critica abiertamente por considerarla «punitivista» hasta el punto de bloquear en el Consell las iniciativas legislativas de Bravo para impulsar sanciones contra la prostitución.
En Madrid se han convocado dos manifestaciones claramente divergentes. En la Comunitat se ha esquivado una división total. No obstante, a pesar de estar todas en la misma manifestación, ya se verá cada una desde qué pancarta y con quién se junta. Hay una tensión latente e indisimulada, pero se visualizará de un modo menos evidente que en la capital de España. En la Comunitat, como ocurre otros años, también se organizan actividades alternativas vinculadas al 8M, como la manifestación convocada por Assemblea Feminista (a la que también acudirán miembros de Compromís y Unides Podem), más cercana a movimientos anticapitalistas y antisistema, afín a sindicatos como CGT, y que convoca una jornada de huelga junto a una protesta bajo el lema: «Frente al capitalismo violento, feminismo disidente».
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Participar en la misma manifestación o en el mismo Consell no solapa una división del tripartito que cristaliza en graves reproches. No ha pasado desapercibido en las filas del PSPV que la campaña institucional desplegada por la Conselleria de Igualdad con motivo del Día de la Mujer se presentase por parte de Aitana Mas trayendo desde Madrid a Carla Antonelli, activista trans, ex diputada del PSOE y ahora muy crítica con las posiciones defendidas por socialistas como la exvicepresidenta Carmen Calvo. Aquellas diputadas y altos cargos del PSPV que se posicionaron igual que Bravo contra la ley trans también están siendo represaliadas por la dirección del PSPV a través de la configuración de las listas locales y autonómicas para las próximas elecciones.
La consellera Bravo, durante la mañana de ayer, tampoco tuvo ningún problema en criticar la ley del 'Sólo sí es sí' por considerar que «las rebajas de pena puede hacer que las mujeres víctimas de violencia sexual denuncien menos. Es horrible que una ley que nació para proteger a las mujeres haya ayudado a cerca de 700 violadores que han visto rebajadas sus condenas y haya supuesto alrededor de 70 excarcelaciones». El apoyo de Bravo a la reforma impulsada por el PSOE de la ley de la ministra podemista Irene Montero se suma a la abstención del diputado de Compromís Joan Baldoví en el Congreso. La reacción de los morados no se ha hecho esperar.
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«La Ley de Libertad Sexual es una conquista histórica del movimiento feminista porque pone el consentimiento en el centro y protege a las mujeres. Votar su reforma con el PP y Vox es una vergüenza», señaló ayer en relación al PSOE el vicepresidente segundo del Consell y candidato de Podemos a la Generalitat en las próximas elecciones, Héctor Illueca, que remata, ante la posición de Baldoví y Compromís: «Abstenerse por electoralismo, un acto de cobardía». María Teresa Pérez, que aspira a liderar la candidatura autonómica de Podemos por Alicante el próximo 28 de mayo, también ha lanzado un 'cariñito' al aspirante de Compromís a presidir la Generalitat: «Joan Baldoví está en todo su derecho de ponerse equidistante para no perder la costumbre, aunque hacer política sea justamente lo contrario y aunque a mí personalmente me parezca deplorable».
Todas, todos y todes, tantas, tantos y tantes opiniones y dirigentes de la Comunitat se congregarán esta tarde para manifestarse. Durante un par de años no pudieron celebrarse estos actos masivos a causa de una pandemia que obligó a pertrecharse de certificados de vacunación. Sería oportuno, preventivo y quizá saludable que los organizadores de las protestas dispongan esta vez de detectores de metales, para así impedir que alguien acuda con cuchillos o armas arrojadizas, no sea que acabe el 8M como el ball de Torrent entre miembros del tripartito.
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