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La inminente investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno despejará el fantasma de unas terceras elecciones y facilitará así que las diferentes formaciones acometan los debates internos que llevan paralizados por esta campaña electoral continua que se ha extendido durante meses y meses. El PP es uno de los partidos que cuenta con más asuntos orgánicos pendientes y entre ellos destaca de forma clara el congreso provincial de Valencia. Esta cita, que elegirá al nuevo líder del partido en la provincia, ha llevado a que, en las últimas semanas, haya surgido un importante movimiento que está tratando de crear una lista de consenso que evite el choque entre las diferentes familias populares.
El cónclave lleva pendiente desde mediados de 2017, cuando Génova decidió intervenir ante el enfrentamiento directo entre el entonces diputado autonómico y líder provincial, Vicente Betoret, y Mari Carmen Contelles, exportavoz del PP en la Diputación de Valencia, que sacudió toda la organización. Por ello, la dirección nacional impuso una gestora que estuvo encabezada por el actual senador Rubén Moreno cuando gobernaba Mariano Rajoy, y por Juan Ramón Adsuara, alcalde de Alfafar y portavoz en la Diputación de Valencia, al llegar Pablo Casado a la presidencia de la formación tras el congreso nacional. Una situación que evidencia que ni tan siquiera ha existido una estabilidad en el órgano provisional.
Fuentes populares confirman que existe una concepción generalizada de que no es un buen momento para volver a dividir al partido y que conviene un pacto entre la dirección autonómica encabezada por Isabel Bonig y Génova. De hecho, desde el partido se admite que si la cúpula nacional pide una lista de consenso con un candidato pactado no habrá enfrentamiento y las primarias se convertirán en un mero trámite.
Sin embargo, este llamamiento al consenso se encuentra en una fase muy inicial y, en los últimos meses, han sonado nombres de aspirantes de los diferentes sectores que podrían dar un paso adelante y obligar a una votación entre la militancia. En un primer momento, el sector afín a Bonig trató de impulsar la candidatura de Elena Bastidas pero la diputada ha decidido finalmente que no quiere optar al proceso interno. Desde esta familia también han sonado nombres como el de Paz Carceller, alcaldesa de Puçol y uno de los pocos alcaldes de una población relevante con los que cuenta el PP en la provincia. José Vicente Anaya, alcalde de Ayora y próximo a María José Catalá, diputada y portavoz en el Ayuntamiento de Valencia, es otra de las apuestas que han sonado con fuerza.
Entre los aspirantes se da por hecha la presencia de algún candidato afín al expresidente provincial Vicente Betoret, como los diputados provinciales Carlos Gil y Vicente Mompó. Otro diputado provincial, Javier Montero, es bien visto por la dirección regional y cuenta con apoyos en la calle Génova. Otras voces tampoco descartan incluso que el senador Fernando de Rosa pueda erigirse como candidato con el visto bueno de Madrid.
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