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m. hortelano
Viernes, 21 de febrero 2020, 21:51
La nueva delegada del Gobierno en la Comunitat, Gloria Calero, escenificó ayer el cambio de cara y de perfil con que el Ejecutivo central quiere distinguirse en esta nueva etapa de coalición. La nueva embajadora del gobierno de PSOE y Unidas Podemos evidenció su marcado talante político y su disposición a defender con vehemencia las medidas que el Boletín Oficial del Estado generan cada mañana y que afectan a la Comunitat. En el recuperado Palau del Temple, sede de la Delegación, la nueva inquilina mostró su nueva hoja de ruta, en la que el feminismo, la transición ecológica, la igualdad o el diálogo territorial, forman la letra de la nueva música que ha llegado a la institución.
En presencia de su principal valedor, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, Calero quiso dejar claras sus prioridades con un gesto que no pasó desapercibido: la elección de la jefa de la unidad de violencia sobre la mujer, la exdiputada Modesta Salazar. La nueva delegada estuvo arropada por buena parte del PSPV, con los consellers de Justicia y de Política Territorial, Gabriela Bravo y Arcadi España, como máximos representantes, el presidente de la Diputación, Toni Gaspar, o el expresidente Joan Lerma, en las primeras filas, junto con la secretaria provincial del PSPV de Valencia, Mercedes Caballero.
El ya exdelegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, ocupó una discreta cuarta fila en uno de los laterales del escenario. También el presidente de Les Corts, Enric Morera asistió al acto, como representante institucional, sin embargo, ningún alto cargo de Compromís ni de Unidas Podemos se dejó ver en la toma de posesión. Especialmente llamativa es la ausencia de los representantes de la formación de Pablo Iglesias, socio de Gobierno del PSOE en España y en la Comunitat, ya que Calero es también la delegada del Ejecutivo central del que forman parte. Sin embargo, sí enviaron representación los responsables del PP y de Vox, aunque éstos últimos abandonaron el acto durante el discurso de la delegada por sus sonoras críticas a sus políticas de igualdad o su postura en temas como la violencia de género.
Gloria Calero aseguró asumir el reto "en un momento sin precedentes en la historia" de España, con un Gobierno "abocado a explorar todas las vías para alcanzar grandes consensos" en una sociedad "prospera, tolerante y capaz de superar las dificultades con valentía y mirar al futuro". Un Ejecutivo que, dijo "está demostrando que funciona y que va ser un gobierno de acción". Parte fundamental será el diálogo territorial, "no solo en Cataluña" , advirtió, sino también con la Comunitat "y con la financiación que necesita". La nueva delegada tuvo palabras de cariño para su antecesor, de quien dijo asumir el relevo con un gran respeto por su gestión.
Por su parte, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, aseguró que el Gobierno está "comprometido con esta tierra, en perfecta sintonía" y puso en valor la "vía de interlocución directa y constante" con la Generalitat. Ábalos puso en valor el carácter de su compañera, como una persona "batalladora, pero también ponderada y dialogante" y reconoció el trabajo de Juan Carlos Fulgencio. "Superó las expectativas de quienes confiábamos y de los que no lo hacían", dijo.
Cerró el acto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que pidió que la llegada de Calero "ayude a desatascar el problema valenciano desde la lealtad".
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