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Camps, en una de las sesiones del juicio en la Audiencia Nacional. Efe/Fernando Villar

Camps, absuelto de favorecer a la trama Gürtel

La sentencia sobre el expresidente: «No existe prueba o indicio de su intromisión en ninguna adjudicación»

A. Rallo

Valencia

Miércoles, 29 de mayo 2024

La última pieza del caso Gürtel, con acento puramente valenciano, ya tiene sentencia. Francisco Camps, principal acusado como supuesto favorecedor de la trama delictiva por ... su supuesta mediación en la adjudicación de contratos públicos, ha sido absuelto. Termina de esta forma, 16 años después, aquel mensaje del expresidente: «Sólo queda un escaloncito...». La escalera fue más larga de lo esperado. Pero una vez completado ese particular via crucis, Camps lo tiene claro: quiere volver. «La política es mi vida. Nunca la he dejado».

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De igual modo, otros relevantes acusados, como los tres exconsellers de la etapa del PP Alicia de Miguel, Manuel Cervera y Luis Rosado, también salen indemnes. Se da la circunstancia de que los únicos condenados son aquellos que decidieron pactar con la Fiscalía Anticorrupción y, en algún caso, con la incriminación hacia sus responsables directos.

Otros nombres conocidos de la política valenciana como David Serra, condenado en otra pieza de la trama, o Dora Ibars, responsable de Promoción Institucional, disfrutan ya de una sentencia absolutoria. El fallo resulta concluyente: «No se ha probado concierto alguno de Francisco Camps para que éste, como máxima autoridad autonómica, dispusiera lo necesario para que el contrato del estand de Grandes Proyectos fuera directamente adjudicado a Orange Market -firma de la trama- sin que conste que el mismo se inmiscuyera, o diera orden verbal o escrita en la tramitación de procedimiento de contratación alguno».

«No se ha probado concierto alguno de Camps con Orange Market para la adjudicación del estand de Grandes Proyectos», recoge el fallo

La Fiscalía Anticorrupción, al terminar el juicio, tras cuatro meses de sesiones salpicadas por retrasos y aplazamientos, ya rebajó la pena de dos años y seis meses a tan sólo 12 meses de prisión. Estas rebajas no suelen anticipar resultados satisfactorios para las acusaciones. El ministerio público basaba su relato en un delito de tráfico de influencias en concurso ideal con uno de prevaricación. La incriminación se sostenía en la base de que Camps ejerció cierta «influencia» sobre su subordinada Dora Ibars para la adjudicación del expositor de Fitur.

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La sentencia rebate esa pretensión. «No existe prueba o indicio alguno de orden, sugerencia o intromisión de Camps en esa contratación». Pero es que, además, la Fiscalía no encuentra tampoco sustento en «testigos, escritos o comunicación alguna entre ambos en dicho periodo lo que aleja cualquier prueba o indicio con trascendencia penal».

El fallo recoge la relación de amistad de Álvaro Pérez, 'el Bigotes' y del entonces presidente Francisco Camps, una circunstancia que no se pone en duda. Sin embargo, en ningún momento se ha probado que el dirigente percibiera ese vínculo como una «relación personal íntima». Es decir, lo conocía porque organizaba los actos del PP. Los audios y regalos, en este sentido, no son prueba determinante para aclarar el grado de afinidad entre ambos. «Lo que para uno puede tratarse de una amistad íntima, para el otro puede ser del todo tipo profesional o incluso superficial», ataja el tribunal.

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La Audiencia Nacional tampoco ve un nexo claro en una supuesta cadena de mando desde Camps a Dora Ibars. «No estamos hablando de un cargo que implique despacho con el presidente o contacto con el mismo». El superior jerárquico de Ibars no era el expresidente, recoge el fallo.

Los magistrados se remontan a la llegada del Bigotes y su deseo de instalarse en la Comunitat y adelantan que las palabras del empresario hay que tomarlas con «precaución». «Una cosa es fundamentar en una relación de amistad profesional una expectativa de negocio, y otra muy diferente, que Camps fuera consciente de ello y que el mismo lo alentara». De hecho, ha quedado probado que el presidente no tenía connivencia ni en lo personal ni en lo económico con Francisco Correa y su entramado.

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La sentencia considera insuficiente el relato incriminatorio de Álvaro Pérez quien en su día reveló que se trasladó a Valencia por orden de Camps y que con la adjudicación de diferentes proyectos se iría pagando la deuda que el PP tenía con la trama empresarial por la organización de los actos del partido. «No existen elementos externos que lo corroboren». Y no se puede establecer de esta forma «una especie de «diabolicus deductio» de sus responsabilidades por los hechos de un hipotético amigo».

La investigación de Gürtel ha durado cerca de 16 años. El caso, en realidad, comenzó en 2007. El expresidente de la Generalitat se ha sentado dos veces en el banquillo de los acusados. La primera, con el famoso caso de los trajes. La apertura de juicio fue el paso que finalmente le hizo dimitir pese a que meses antes había obtenido un respaldo mayoritario por parte de las urnas. Pero la imagen de un presidente sentado en el banquillo era algo impensable. Entonces y ahora. Finalmente fue absuelto por un jurado popular.

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La segunda ocasión ha sido esta, la conocida como pieza V de la trama, por un cúmulo de adjudicaciones a la red de Francisco Correa. No es la primera vez que se especula acerca de la conveniencia de haber juntado las diferentes piezas en una sola o al menos que no se juzgara el supuesto cohecho de los trajes de manera independiente. En su día, el juez Flors, jubilado ya hace años, se opuso.

Pero no sólo la Gürtel ha sido un quebradero de cabeza en los últimos 16 años de vida del expresidente. La Fórmula 1 o la visita del Papa a Valencia cuestionaron la ejemplaridad de su actuación al frente de la Generalitat. Relevante en estas acciones fue el papel del fiscal Anticorrupción Vicente Torres, que impulsó con entusiasmo todas estas investigaciones. Finalmente terminó de magistrado del Tribunal Superior de Justicia con el apoyo del PSPV y Compromís, en un giro de los acontecimientos difícil de anticipar y quizá más de digerir.

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El tribunal, sobre la amistad del Bigotes. «Para uno puede ser algo íntimo, para otro es profesional o incluso superficial»

La Fiscalía llegó a pactos con algunos de los principales acusados de la red, algo que ya se había repetido en piezas anteriores. Así, reconocieron los hechos Pablo Crespo y Álvaro Pérez, conocido como el Bigotes. «El eje básico era Camps. Nos ayudaba a sortear problemas. Nuestra ventaja comercial es que íbamos introducidos por Camps, ya no sólo por su influencia jerárquica, sino también moral. Decidimos ir a Valencia por esa facilidad. Si a Pérez lo recibían (en la Generalitat) era por la buena relación con Camps que todo el mundo conocía», llegaron a declarar. Estas afirmaciones incriminatorias, no obstante, no han tenido incidencia en la responsabilidad penal de Camps.

Las sospechas se concentraron en el contrato de Fitur, pero los magistrados analizaron y descartaron actividades delictivas en otros eventos como los del Open de Tenis o la salida de la Volvo Ocean Race en el puerto de Alicante y concluye que no se aprecia que la Generalitat sufriera perjuicio alguno.

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El caso Gürtel para el expresidente finaliza 16 años después de su inicio, una causa que ha lastrado toda su trayectoria

La absolución del expresidente generó este miércoles toda una catarata de reacciones desde la dirigencia de los populares hacia quien fuera su líder. Alberto Nuñez Feijóo, como presidente nacional, y Carlos Mazón, como líder autonómico, mostraron en público su alegría tras el pronunciamiento favorable. De igual modo se le felicitó desde Vox, partido con el que, en algún momento, ha tratado de seducirle como cabeza de cartel al Ayuntamiento de Valencia.

¿Tiene el PP un problema con Camps? La absolución evidentemente le permite defender a uno de sus principales referentes en la Comunitat y sacar pecho de una etapa cuestionada por otros caso de corrupción. Sin embargo, abre otro frente: la rehabilitación política de Camps que él mismo anhela. Liberado ya de su lastre judicial, el PP ha de pensar -o no- en buscar un hueco en la Administración. En principio, se especula con un puesto más institucional que de gestión. El caso Camps se ha cerrado en lo judicial. La vertiente política acaba de comenzar.

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