Camps trata de meter presión al PP ante una multitud de fieles: «Quiero continuar mi carrera política»

Se vieron pocos rostros del PP actual y del Consell. Estaba Luis Ibáñez, alto cargo de Sanidad, quizá como lo más representativo de la Generalitat. Pero sí acudieron a la convocatoria la exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo, el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra, y el de la de Valencia Alfonso Rus. Estos dos últimos, condenados por la Justicia por corrupción. También se dejó ver Josep Maria Felip, alto cargo de Rafael Blasco y condenado por el caso Cooperación. Castedo incluso posó en el photocall con el expresidente Camps, quien le dio un efusivo abrazo.

El acto lo abrió el exsenador Pedro Agramunt, inseparable amigo de Camps e impulsor del foro 2020, una plataforma que respalda la figura del expresidente y clama por su vuelta a la política. De hecho, la cita tenía un objetivo claro: reivindicar el legado de Camps, absuelto tras enfrentarse a una decena de procedimientos judiciales relacionados por la corrupción. El expresidente ha salido indemne de lo que considera una persecución.

Subió Camps al escenario alrededor de las 21.30 horas. Dijo estar emocionado de la acogida de gente que ha formado parte de su vida. «Ha valido el esfuerzo», proclamó. «Lo que hicimos fue digno, honesto y memorable», señaló como recuerdo de su etapa en la Administración. El expresidente recordó su dimisión y «los 15 años de lucha judicial». No está hundido ni resignado, todo lo contrario. «Estoy exactamente igual que antes, con más ilusión que entonces». «Tengo la necesidad vital de hablar de política», apunto para justificar su empeño en regresar, de momento, al PP.

«Mi lealtad es seguir teniendo ilusión de estar en la primera fila. Quiero que venza la verdad y por eso estoy dispuesto a seguir». Fue un mensaje directo a la dirigencia de su partido, que duda si reintegrarlo y de qué forma. La sentencia del caso Gürtel, el último asunto que le quedaba, no es firme. Pero Camps ya exige su regreso, mientras el PP trata de ganar tiempo para aplazar el complicado debate.

Camps aprovechó para hacer un diagnóstico general. «En España no hay ni un momento de tranquilidad. Esto es un disgusto colectivo. Citó la humillación a la Constitución, a la Transición y a la concordia. Demostró su intención de colaborar para que esto no se siga repitiendo.

El expresidente recordó que fue leal con su partido cuando decidió abandonar tras la apertura de juicio por el caso de los trajes. Y también lo había sido antes, cuando Zaplana -«no ha venido por motivos de salud»- le llamó para que fuera presidente. «Sabía que podía ganar y servir a la Comunitat». Camps confesó estar emocionado porque desde hace 13 años no tenía la oportunidad de dirigirse a un grupo tan numeroso. Siguió glosando su figura y legado. «Yo dimití y no me fui escondido en un maletero y ahora a cambio de indultos y amnistía le dan la vuelta al marcador de la Justicia.

«Quiero continuar en la carrera política. Mi apuesta personal es esta. Lo creo sinceramente. Resulta más leal continuar la faena que no hacerlo. La grandeza no esta solo en la dimisión sino en demostrar que era honorable y no rendirse», remató el expresidente. El PP ha perdido votantes que sí tenía en su etapa, señaló. «No están todos porque si no estaríamos gobernando en mayoría absoluta. Debemos estar todos juntos, los que no votan y los que nos han votado», dijo en lo que parecía ser un mensaje de unidad para el partido.