La felicidad no suele ser completa durante mucho tiempo, siempre falta algo, y en términos políticos sucede algo similar en el seno el Consell, donde este lunes se sentían satisfechos en lo tocante a la aprobación de los presupuestos en Les Corts con el apoyo de Ciudadanos, si bien ese voto está aún en el aire y puede acabar fragmentado. La formación naranja negocia con el Botánico y ayer por la mañana, su líder, Toni Cantó, tras reunirse con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dio prácticamente por hecho el voto favorable a las cuentas autonómicas para el año próximo. El acuerdo estaba cerrado «a falta de unos flecos». Sin embargo, parece que los flecos se han enganchado en el engranaje e la negociación, ya que tanto Compromís como Podemos mostraron ayer serias dudas de que la situación llegue a buen puerto.
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Desde el PSPV se admitieron las «reticencias» de sus socios, si bien consideraron que queda margen para negociar una posible bajada de impuestos. Lo que no queda es tiempo. Mañana se votan y si las posiciones no cambian mucho es complicado vaticinar qué puede pasar. Desde el sí a todo de Cs, a el no posible que Ciudadanos termine por emitir un voto dual: por una parte aprobar la Ley de Presupuestos pero no hacer lo mismo, no dar su voto afirmativo a la normativa de medidas fiscales, la denominada Ley de Acompañamiento en la que se incluyen un paquete de modificaciones de hasta 40 normas autonómicas así como una reforma tributaria en la que Ciudadanos no logra incluir una serie de rebajas impositivas.
La partida política presupuestaria se juega a cuatro bandas. Por un lado están Podemos y Compromís. Por el otro, Cs y PSPV, si bien este último no contempla quebrar la lealtad del tripartito. Un alto cargo socialista en el Consell consideró este lunes que si sus socios botánicos no aceptan la propuesta de Ciudadanos es porque proviene del partido naranja, y no por su contenido. Las formaciones de la izquierda del Consell recelan tanto de la formación de Cantó como de sus propios socios socialistas. Un alto cargo nacionalista pulsa la temperatura de un posible acuerdo a cuatro bandas y el resultado no es optimista: «Está frío». Mientras Podemos y Compromís tiran del PSPV, desde el PP dan por perdido a Ciudadanos. La líder popular, Isabel Bonig, dijo ayer no querer comentar «la estrategia de un partido en extinción».
El optimismo de Cantó, expresado tanto el viernes como ayer, respecto a un posible acuerdo gracias a sus conversaciones con el presidente Puig, es contemplado con disgusto por podemistas y nacionalistas. El líder de Cs confirmó ayer que las partidas negociadas en relación con la ley de presupuestos han sido aceptadas por el Botánico. No así lo relacionado con las medidas tributarias que deberían incluirse en la Ley de Acompañamiento. Respecto a la rebaja fiscal, Cantó entendió que «estamos a punto» de llegar a un acuerdo y agradeció a Puig y a los grupos parlamentarios «su predisposición» y a «escuchar». La propuesta de rebaja fiscal de Cs consiste en reducir medio punto en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta (IRPF) para los tramos de menos de 50.000 euros. «Un ahorro de entre 100 y 110 millones de euros para el 99% de los valencianos», indicó Cantó, entre 150 y 200 euros para los beneficiados. Sin embargo, eso supondría un descenso en la recaudación. Para el PSPV es una caída leve y que hay margen para negociarlo.
El síndic socialista, Manolo Mata, señaló que es una cuestión de «voluntad política» y que la merma recaudatoria sería de unos 25 millones de euros. En cualquier caso, el portavoz el PSPV advirtió de que, si la discrepancia se mantiene, los socialistas mantendrán su lealtad al tripartito, que es con quien suma los escaños necesarios para sacar adelante tanto el presupuesto como la Ley de Acompañamiento. El objetivo de los socialistas es lograr el mayor respaldo posible a las cuentas del Consell, 70 de los 99 escaños, con el voto en contra de Vox y PP. Sin embargo, Compromís y Podemos rechazan la propuesta de Ciudadanos. Tanto la portavoz podemista, Naiara Davó, como el síndic nacionalista, Fran Ferri, recalcaron la imposibilidad de aceptar la reforma de Cs sin afectar a la recaudación. Davó reprochó a Cantó su «intento desesperado de ocupar titulares» a toda costa, ya que «dice cosas de las que luego se tiene que desdecir». «Parece que hace aquello de 'Estos son mis principios y si no le gustan tengo otros'», criticó Davó, quien calificó de estéticas y sin mucho fondo las posiciones de Cs. Ferri, por su parte, entiende que la posición del Botánico es «unánime», si bien el PSPV mostró sus ganas de dejarse querer por Cantó.
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En algún momento, tal y como señalaba un asesor del Botánico aficionado a los boleros, al escuchar a Mata y Cantó casi resonaba el 'Corazón loco' de Machín: «No puedo comprender / Cómo se pueden querer dos mujeres a la vez / Y no estar loco». Si es difícil un trío político para sostener el Consell, incluir otro elemento complica muy mucho que en las negociaciones acaben felices los cuatro. Ni ampliando el cuarto parece que se pueda cuadrar.
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