Catalá elegirá un coordinador general para llevar la gestión orgánica del PP de Valencia

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, incluirá en el nuevo organigrama del partido en la ciudad la figura del coordinador general, un puesto que asumirá labores de gestión orgánica del partido y que permitirá que el secretario general asuma funciones de perfil representativo.

La designación del coordinador general constituye una de las novedades sobre las que trabaja el PP de Valencia para su congreso del próximo 10 de julio. Una cita con una única candidata -la propia Catalá- y con el objetivo de que el partido abandone la interinidad en la que estaba instalado desde principios de 2016, cuando la operación Taula desarmó la estructura del PP local y obligó a nombrar una dirección provisional.

Catalá asumirá por primera vez las riendas de un partido -fue alcaldesa de Torrent, pero no presidió el partido en esa ciudad- e introducirá algunos cambios en la fisonomía del PP local. Una formación que, en su estructura, no se parecerá en nada al de Rita Barberá -que nunca presidió el partido en la ciudad-. Catalá si asumirá ese puesto aunque contará con otras dos piezas, el secretario general y el coordinador general, volcados en mantener engrasada la organización. ¿Nombres? El equipo de Catalá aún no ha desvelado quién ocupará esos puestos, aunque sobre la mesa figuran los de algunos de los colaboradores más cercanos de la portavoz popular. La concejal María José Ferrer San Segundo, el también edil y diputado provincial Juan Giner y el diputado autonómico y presidente del comité organizador del congreso, Juan Carlos Caballero estarán previsiblemente entre los elegidos para asumir las riendas de una organización que tiene ante sí el resto de recuperar la alcaldía en las próximas elecciones municipales.

Distritos

Otra de las novedades en el nuevo organigrama del partido afectará a los diez distritos del PP local. Catalá ha trasladado a sus colaboradores su alto grado de satisfacción con la labor realizada por los responsables de los distritos del partido. La nueva dirección local trabaja, eso sí, con el horizonte de mejorar la coordinación existente entre la dirección local y los presidentes de distrito, después de que en anteriores épocas se hubiera extendido cierta percepción de que la dirección del PP de la ciudad no mantenía el necesario nivel de complicidad con los responsables de los distritos. A partir del congreso, los presidentes de distrito recibirán el nombre de coordinadores, y su presencia como miembros natos del comité ejecutivo pretende garantizar la unidad de criterio de la dirección del partido y las de los distritos. En todo caso, el equipo de Catalá reitera el enorme grado de comunicación con los actuales presidentes de distrito.

Junto a estos cambios, la desaparición de la figura del compromisario -se apuesta por la fórmula un militante, un voto-, la creación del valedor del afiliado y simpatizante y se potencia el perfil más valencianista, apostando por el «fomento y la defensa de las señas de identidad como pueblo valenciano de raíces históricas seculares, dando testimonio de nuestra valencianía compatible con la unidad de una España plural, pero titular de la soberanía nacional, patria común e indivisible de todos los españoles». El nuevo PP de Valencia -obligado a pasar página de los hechos que en 2016 arrasaron la organización- situará una de sus principales apuestas en un código ético que garantice que todos los cargos de representación institucional afiliados al PP VLC «deberán observar una conducta ejemplar en el desempeño de sus funciones, actuando con transparencia y honradez, velando siempre por el interés público y el servicio a los ciudadanos».