![El choque con Oltra a 10 días del debate de política general sitúa a Soler en el disparadero](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202109/18/media/cortadas/oltrapuigsoler-RfIkGUfqxUsZenu4YstXaKP-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Domingo, 19 de septiembre 2021, 00:01
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quería un principio de curso tranquilo en casa para poder proyectar hacia fuera tanto su propia figura como la de su Consell. Y no. A semana y media del debate de política general en Les Corts ... , ha tenido que lidiar ya con varios tropiezos a nivel interno que no estaban en su hoja de ruta. El presidente se disgustó cuando supo que Rubén MartínezDalmau dejaba la vicepresidencia segunda del Consell. Fuentes del PSPV admiten el enfado de su líder. No era lo que él quería. Tenía buena sintonía con Dalmau y su dimisión le ha obligado a mover una ficha de su Consell. El jefe del Consell ha presumido siempre de los escasos cambios en su Gobierno, señal de estabilidad. Sin embargo, tuvo que atender al deseo de Dalmau de irse tras su enésimo desencuentro con la coordinadora de Podemos en la Comunitat, Pilar Lima. Puig apeló a una resolución rápida para transmitir la idea de que el Gobierno valenciano está centrado en la gestión de la salida de la crisis post pandémicas y no en broncas, rivalidades entre partidos, luchas por los sillones. Héctor Illueca sustituyó a Dalmau... y de repente, los presupuestos.
El choque por la elaboración de las cuentas públicas de la Generalitat de cara al año que viene era temido, pero no en septiembre. El Botánico siempre ha sufrido durante la confección presupuestaria por su condición multipartidista. Además, el año pasado, durante noviembre, el Consell vivió una crisis de dimensiones desconocidas a causa, precisamente, de ese enfrentamiento. Por todo ello, Vicent Soler, el conseller de Hacienda, estaba avisado, y sabía, además, quién le podría dar problemas, porque es quien siempre se los da: Mónica Oltra, vicepresidenta de la Generalitat. Y sin embargo, pasó.
La vicepresidenta anuló precipitadamente una reunión con Soler, a quien había convocado a la sede noble de Vicepresidencia. El plante se produjo a 13 horas del encuentro. Soler dijo no entender nada, no saber nada. Sorpresa en Hacienda. O no.
Fuentes de Presidencia de la Generalitat culpan a Oltra, pero admiten que desde Hacienda se actuó con ánimo contraprogramador y con cierta displicencia frente a la vicepresidenta, especialmente por los antecedentes más recientes, el anterior presupuesto. Soler no exhibió demasiados reflejos. Falló la estrategia. El conseller admitió que no habló con la vicepresidenta esa fatídica tarde. Estaba en Alicante. En dos horas, la hoja de ruta de Soler se vino abajo. Desde el entorno de Oltra se considera que hubo maniobras para apremiar la reunión con el podemista Héctor Illueca, vicepresidente segundo, y así restar protagonismo a la líder de Compromís y, de paso, evitar que la reunión se entendiese como una concesión de Soler, en las quinielas de salida del Consell desde hace tiempo.
Todo el sainete convulsionó Presidencia. El pleno del Consell del viernes se saldó con un acatamiento prácticamente absoluto de los deseos de Vicepresidencia. Puig no dejó mucho espacio para el debate interno. Quería una solución para cerrar definitivamente heridas a 10 días de celebrarse el debate de política general en Les Corts. No quiere más incendios.
Este martes se entrevistará en Sevilla con el presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juanma Moreno Bonilla. Hace una semana hizo lo propio en Valencia con el jefe del Govern catalán, el independentista Pere Aragonés (ERC). Puig quiere consolidar su figura de hombre de consenso, capaz de dialogar con unos y otros poniendo por encima el interés general al de los partidos. Un intermediador socialista con un talante conciliador contrapuesto al de la baronesa estrella del PP, Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, una disputa interna en su propio Consell como la aireada violentamente esta semana entre Oltra y Soler contradice el mensaje que pretende transmitir de unión y trabajo contra la pandemia, con él liderando una Comunitat en paz y armonía de camino al futuro.
A Soler se le fue la situación de las manos justo en el peor momento, días antes de un debate en el que Puig se presenta en Les Corts en solitario, como siempre, y acapara toda la atención. Llega el debate de política general. Del 27 al 29 de septiembre. El presidente quiere que ese protagonismo sea para bien. Presentarse sin heridas en las que hurgue la oposición, rearmada en el caso del PP, con Génova empujando para realzar al presidente popular en la Comunitat, Carlos Mazón, y a María José Catalá, que precisamente se estrenará como portavoz en Les Corts. Ir a Les Corts tras entrevistarse con el líder del PP andaluz es un modo de desacreditar a los populares, pero para ello hay que evitar activar bombas en su propio Consell
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