Toni Cantó, en Les Corts DAMIÁN TORRES

Ciudadanos se abstiene de los presupuestos del Botánico a pesar de sus concesiones

El tripartito aprueba las cuentas para el año próximo pese al enfado del PSPV con sus socios en el Consell por rechazar las rebajas fiscales ofrecidas por la formación de Toni Cantó

BURGUERA

Miércoles, 23 de diciembre 2020, 12:01

El Botánico hizo valer ayer su mayoría absoluta para aprobar los presupuestos del año que viene. Son las sextas cuentas del tripartito que salen adelante. Como siempre. ¿Cómo siempre? Sí y no. La izquierda volvió a votar conjuntamente, pero lo volvió a hacer a pesar de las discrepancias respecto a la apuesta del PSPV de incluir entre los apoyos al presupuesto los escaños de Ciudadanos, que finalmente se abstuvo frente a la ley de presupuestos y votó en contra de la norma de las medidas fiscales. La negativa de los socios de Puig en el Consell, Compromís y Podemos, a asumir las propuestas de Cs para ampliar la mayoría que apoya las cuentas de la Generalitat para 2021 generó un doble malestar. Por un lado, el de los socialistas valencianos (tanto en Les Corts como en el Consell), y por otro, el de Ciudadanos, que ha negociado durante meses y ha ido claudicando en todo tipo de propuestas, especialmente las vinculadas a la ley de acompañamiento donde se recogen las medidas fiscales. El talante dialogante de Cantó y de su partido no ha tenido premio. Después de todas las reuniones entre el líder de Cs y Puig, de los cálculos entre la Conselleria de Hacienda y los diputados Tony Woodward y Ruth Merino, todo eso no se ha traducido más que en una abstención a los presupuestos y el voto en contra a la ley de acompañamiento.

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De nada han servido propuestas de Ciudadanos en las que asumían la subida del impuesto de patrimonio o los tramos a las rentas más altas. Compromís y, sobre todo, Podemos, se han aferrado a que la oferta final de los naranjas suponía una caída de la recaudación de varias decenas de millones.

De nada sirvió las llamadas de última hora, durante la mañana de ayer, los intentos de cuadrar el círculo entre Cantó, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler.

Puig y Oltra entraron en el hemiciclo por separado, algo inusual. El presidente y la vicepresidenta suelen llegar juntos a Les Corts. Casual, según fuentes de Vicepresidencia. A lo mejor también lo fue que cuando se aprobó la ley de Acompañamiento y el presidente aplaudió con una tibieza propia de aquel con el que la cosa no va con él. El síndic del PSPV, Manolo Mata, uno de los que más ha apretado para lograr el pacto con Ciudadanos, se alegró tanto como Cantó; o sea, nada. El portavoz socialista escribía por el móvil mientras Oltra aplaudía hasta las pausas. A su lado, el presidente escribía, el vicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau miraba a su alrededor y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, permanecía entre quieto y congelado. Puig entró ayer en el hemiciclo acompañado de Soler.

Precisamente, desde la Conselleria de Hacienda (en manos de los socialistas), se mostraron ayer sorprendidos por el rechazo de sus socios en el Botánico ante las ofertas de Ciudadanos, tuteladas por el PSPV.

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«La propuesta final (de Cs) era muy Botánica y profundizaba en la progresividad fiscal que aprobó el Consell en la reforma fiscal acometida en 2017. Estamos en mitad de una crisis histórica y la iniciativa suponía rebajar los impuestos en la mayoría de tramos, lo que era un estímulo para aumentar los recursos en el bolsillo de las familias valencianas. Los 20 millones que íbamos a dejar de recibir si se aprobaba, cuando van a llegar los fondos europeos... pero Les Corts son soberanas y tenemos que aceptarlo, pero era una buena propuesta. Se ha intentado hasta el último minuto por el bien de los ciudadanos», señalaron fuentes de Hacienda. Desde el PSPV se considera que, además, se ha perdido un apoyo estratégico a causa de una decisión táctica, el veto de Podemos y Compromís a Ciudadanos. Para los socialistas, el apoyo a los presupuestos de Cantó le hubiese asegurado al Consell contar con tres quintos de la Cámara a su favor para aprobar todo tipo de iniciativas legislativas que precisasen de una mayoría cualificada. No obstante, fuentes del PSPV reconocían que el acuerdo beneficiaba principalmente a Puig, por capitalizar en su figura todo ese apoyo, tanto de la izquierda como del centro derecha que representa Ciudadanos.

Isabel Bonig, por su parte, estaba relativamente contenta. Su partido votó en contra de los presupuestos y de la ley de acompañamiento, pero el esfuerzo baldío de Ciudadanos por acercarse a las posiciones del Botánico sirvió a la líder de los populares valencianos para recalcar que «ahora queda claro que el PP es la única alternativa al desastre de gestión del Botánico».

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Una especie de algarabía de fin de curso acompañó las votaciones de ayer en Les Corts, la última de ellas, la de la ley de presupuestos, que se aprobó con «un sabor agridulce», según los socialistas.

Oltra se lava las manos

Quizá en otro momento las cosas hubieran sucedido de otro modo. Ante el bloqueo de las negociaciones, los socialistas sugirieron a Ciudadanos que llamasen a Oltra. La líder de Compromís a veces desatasca este tipo de situaciones. La vicepresidenta podría haber convencido a sus compañeros en Les Corts, pero se lavó las manos ante una posibilidad, la de que Cs votase a favor de los presupuestos, que se había convertido en una apuesta personal del presidente Puig, que desde hace meses se reúne periódicamente con Toni Cantó. De esos encuentros bilaterales entre el jefe del Cosnell y el líder de Ciudadanos, Oltra se quedó fuera. Igual que durante ese mes, el de noviembre, durante el que Puig no la recibió a ella cuando la vicepresidenta le pedía reunirse y el presidente evitaba admitir las discrepancias en torno a la gestión del Consell.

Desde Unidas Podemos, se reprochó a Ciudadanos que habían querido lograr un acuerdo negociando «sólo con una parte del Consell». «No estamos aquí para entrar en esos juegos», aseguró el podemista Ferran Martínez. Por parte de Vox se criticó la aprobación de las cuentas por considerar que sólo benefician a los altos cargos y asesores del Botánico. La portavoz adjunta de Compromís, Aitana Mas, advirtió de la necesidad de evitar «el menosprecio» a la hora de negociar las cuentas, y recalcó la vertiente social de las cuentas del tripartito: «El Botánico sigue dando respuestas y ofrece un escudo social frente a los problemas».

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Cantó da las gracias a Puig y le saluda... sólo a él

Toni Cantó subió al estrado de Les Corts y empezó señalando que la pandemia ha generado un problema que precisa de un apoyo mucho mayor que el de las mayorías habituales. «Los pactos para la reconstrucción fueron un ejemplo de consenso, por eso quiero dar las gracias a ustes, señor Ximo Puig, por haber intentado llegar a acuerdos. Algunos nos lo han puesto muy difícil y han trabajado para dinamitar los acuerdos», indicó el síndic de Ciudadanos. Cantó arremetió contra Podemos, a cuyos diputados acusó de «mentir». «Los dedazos y chiringuitos LGTBI y feministas también son dedazos», lamentó el líder de Cs en referencia a Compromís. El portavoz de Ciudadanos aseguró sentirse «orgullosos» de la negociación para incluir sus enmiendas en el presupuesto, que efectivamente muchas de ellas se han incluido en las cuentas para el año próximo. Cantó achacó a Podemos y Ciudadanos de «dinamitar un acuerdo. Ustedes sabrán», y también recriminó a PP y Vox que no hayan logrado nada con su posición de rechazo. Y tras acabar de intervenir, Cantó chocó el codo con Puig, ante la aparente mirada de sorpresa de Oltra.

Bonig: «Acaban de dejarnos la oposición, toda, al PP»

Bonig forzó a guardar un minuto de silencio por las víctimas del Covid. El resto de grupos quería hacerlo al final, pero Bonig calló durante un minuto y el resto del hemiciclo se puso en pie. La líder del PP reprochó a Puig que «su causa no ha sido buscar las mejores soluciones contra la pandemia. Su causa es usted». La portavoz popular enumeró sus propuestas contra la crisis sanitaria y consideró que «las últimas negociaciones han demostrado que los anuncios del presidente tienen las patas muy cortas. No se trata de que el PP no quiere saber nada. Eso no es verdad. No nos han pedido nada, y acaban de dejarnos la oposición, toda, al PP». Bonig estuvo especialmente punzante en términos políticos, dio donde duele, recalcó que ha negociado con Compromís y ha llegado acuerdos con los nacionalistas «por los valencianos», lo que le sirvió para afearle a Puig «que usted no pasará a la Historia por haber buscado un acuerdo con todos», y acabó emocionada citando el Evangelio: «Siempre vida». Oltra le aplaudió con timidez.

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El portavoz de los socialistas, Manolo Mata, fue el encargado de cerrar las explicaciones de voto de los grupos parlamentarios. El síndic del PSPV consideró que «la política no ha estado a la altura», y lanzó una crítica sibilina «a la izquierda», al reflexionar sobre el odio al rival.

Al final, se aprobaron los presupuestos , con los aplausos del tripartito y un espeso silencio desde la bancada de la oposición, de la oposición frontal... y de la forzosa.

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