Ciudadanos se asoma al abismo por su alianza de última hora con el tripartito

Tras alcanzar la portavocía de Cs en el parlamento valenciano, Peris decidió escenificar lo que en finanzas se denomina 'dead cat bounce'. El rebote del gato muerto, esa espasmódica recuperación del precio de unas acciones que caen en picado. En Wall Street bautizaron así el repunte accionarial porque «incluso un gato muerto rebota si cae desde una gran altura»; es decir, la mejoría previa a fenecer. Así, la síndica de Ciudadanos se lanzó en febrero a la aventura de imaginar un pacto con la izquierda para rebajar el listón electoral. Sin embargo, el tripartito pisó el freno al entusiasmo de Peris porque entre Ciudadanos y el Botánico no sumaban en Les Corts los 66 escaños necesarios para aprobar el cambio de la ley. El tripartito no confió en lograr el apoyo de uno de los seis diputados no adscritos y desistió. Tampoco estaba claro que los 13 diputados que conserva Cs (eran 18 al inicio de la legislatura) fueran a respetar la disciplina de partido y sumar sus votos a los de la izquierda.

Peris continúa insistiendo. Y ahora en marzo, justo en la recta final de la legislatura, de cara al pleno extraordinario que se celebrará a finales de este mes, desde Ciudadanos se ha exhibido una predisposición total a renovar los consejeros de los entes estatutarios.

Sindicatura de Comptes, Consell Jurídic Consultiu, Consell Valencià de Cultura, Consell de Transparencia... algunos de los organismos llevaban con el mandato de sus consejeros caducado desde 2020. Se fue postergando la renovación. El año pasado, se decidió abordar la negociación de todo a la vez. Sin embargo, en noviembre la negociación encalló. Parecía que definitivamente, una sensación de bloqueo que continuó en enero. Sin embargo, fue en ese momento cuando la anterior síndica de Cs, Ruth Merino, abandonó el partido al sentir como «un fraude» el proceso de renovación.

Merino asesora ahora al PP. Peris se convirtió en la líder de Ciudadanos y ahora pone sobre la mesa los 13 escaños de Cs para abordar la renovación de las instituciones junto a los votos de socialistas, Compromís y Unides Podem. Una alianza que fuerza al PP a negociar o a quedarse fuera de la propuesta de nombramientos... si es que Ciudadanos consigue mantener su grupo parlamentario disciplinado. Esta semana, la temperatura entre los cargos electos de Cs se ha disparado.

El diputado en la Diputación de Valencia Juan Córdoba anunció ayer que abandona el grupo de Cs y pasar al de No Adscritos ante la «deriva bolchevique» del partido a nivel estatal y el acercamiento de Peris a las formaciones del tripartito. «Dejo Ciudadanos. He salido de una guardia en el hospital y ahora me iré al partido a pedir la baja. La dirección nacional y Peris están convirtiendo a Ciudadanos en un partido que parece bolchevique, a la deriva. Justo antes de extinguirse. Tendríamos que morir con dignidad y no vendiéndonos a Ximo Puig por un plato de judías», indicó Córdoba, que se irá al grupo de los no adscritos «porque si me voy y entrego el acta, entrará la concejal de Rocafort que hizo la moción de censura al PP pactando con el PSPV. No voy a facilitar los pactos con la izquierda».

En Alicante, la situación no pinta mejor. Peris se fue ayer al sur de la Comunitat para acompañar al coordinador nacional de Cs, Carlos Pérez-Nievas, llegado desde Madrid para anunciar un ultimátum.

Ciudadanos romperá el pacto de gobierno con el PP en la Diputación de Alicante si el presidente provincial, Carlos Mazón, no cesa al actual diputado de Infraestructuras y Asistencia a Municipios, Javier Gutiérrez antes del lunes 20 de marzo. Esta situación se produce después de que el pasado lunes Gutiérrez abandonara la formación naranja para pasar el grupo de no adscritos. Gutiérrez también alega para su marcha el volantazo del partido hacia la izquierda.

El problema para Peris y Pérez-Nievas es que Cs en la Diputación de Alicante es, en realidad, una ciudadana. Ambos se reunieron con la vicepresidenta de la Diputación, Julia Parra, que tras la decisión de Gutiérrez ha quedado como la única representante de Cs en la corporación provincial. «Le hemos comunicado a Parra que tiene la obligación de asumir esa realidad y se ha dado por enterada. Cuando los acontecimientos se produzcan, veremos cuál es su posición», admitió Pérez-Nievas. El martes, Parra reclamó que el pacto entre su partido y el PP «llegue hasta el final» en la institución. «No hay motivos para que no sea así», advirtió. Aviso a navegantes, ciudadanos y náufragos a la deriva.