A Ciudadanos también le surge un Anaya

El centro derecha valenciano, antes tan disciplinado, le ha cogido el gusto a los candidcatos inesperados en unas primarias que los aparatos orgánicos pretenden controlar para emplearlas como un mecanismo publicitario de su marca... hasta que llegan las sorpresas. Lejos de renunciar ante la indiferencia de las cúpulas nacionales, es el caso de José Vicente Anaya de cara al congreso regional del PP para el que Génova tiene en Carlos Mazón a su favorito, los aspirantes no se desaniman. Anaya sigue adelante, y en Ciudadanos, como si no tuvieran bastantes sobresaltos en su día a día, también surgen opciones inesperadas. En el universo naranja, la sorpresa se llama Raúl Claramonte. Puede quedarse en anécdota, o no. Tampoco se esperaba que Anaya mantuviese a día de hoy su candidatura, y ahí está.

El portavoz de Ciudadanos en Torrent, Raúl Claramonte, no ceja en su deseo de erigirse en coordinador de Ciudadanos en la Comunitat. El puesto está vacante desde la marcha de Toni Cantó, a mediados de marzo. La militancia está inquieta. El teniente alcalde de Torrent, en el equipo de gobierno del alcalde socialista Jesús Ros, ha remitido una carta a Inés Arrimadas, la presidenta del partido a nivel nacional. Y está a la espera de que le conteste y convencido de que él sería una buena opción para liderar el partido. Y si no, aspira a que se celebren unas primarias. A la americana. Como también pidió Camps en el PP.

Las elecciones internas en los partidos, una fórmula que el PSOE incorporó a la política española, derivan en un quebradero de cabeza para los partidos, que predican su deseo de que se practique la democracia interna pero desearían que nadie se presentase a esas primarias más allá de los candidatos predilectos. Es el caso del PP con Mazón. Bonig renunció al enfrentamiento y aseguró posteriormente que lo hizo en aras de la unidad del partido. Anaya lo ve de otro modo. Parece que Claramonte también va por libre, pero acompañado, o eso dice.

«Le mandé una carta a Inés y le dije que el coordinador debía ser yo hace medio mes. Al ver que no hay coordinador, me ofrecí. Varios compañeros, más de los que yo esperaba me han mostrado su apoyo, porque no podemos estar tanto tiempo como estamos. Yo empecé con UPyD y volví a Torrente de la mano de Cantó. Estoy viendo que ahora pasan cosas muy similares en Ciudadanos que en UPyD», admite Claramonte, que también reclama a la dirección nacional «plantear la posibilidad de celebrar unas primarias para la elección de este cargo en la Comunitat. Aunque me he ofrecido a coordinador autonómico, no me importaría la vía de unas primarias si el partido lo estimara oportuno».

Claramonte considera que él tiene un perfil inmejorable, si bien propone «abrir un proceso participativo y democrático elegido por los afiliados de nuestra formación donde incluso tendría cabida otras candidaturas. Soy defensor del municipalismo y estoy convencido que para relanzar este proyecto liberal debemos ilusionar desde las bases con el fin de seguir sumando y creciendo como partido».

Ciudadanos sigue sin coordinador desde que Cantó dimitió hace dos meses y medio. En la dirección nacional el asunto parece carecer de importancia. Si hasta hace un mes el asunto prioritario era Madrid y sus elecciones, ahora el foco se ha puesto en Andalucía. No obstante, los desajustes en la capital, tras la marcha de Ignacio Aguado, se solucionaron en 7 días. En la Comunitat llevan 80 sin coordinador. Los naranjas valencianos están en 'modo random', todo muy aleatorio. Lo mismo eligen a Ruth Merino para sustituir a Toni Cantó, con buena parte del grupo parlamentario en contra, como cuatro de los diputados se convierten en tránsfugas y de sus señorías que se mantienen dentro de la disciplina naranja media docena contemplan la labor de la nueva síndica con mucho escepticismo. Si Madrid cuenta con un 'tapado', la militancia de Ciudadanos en la Comunitat reclama que lo desvele, según admitió Ruth Merino. Ciudadanos se encuentra en formato ruleta (rusa), de tal manera que Claramonte ha decidido salir a jugar y, si es posible, a ganar.