Secciones
Servicios
Destacamos
Olor a cocidito madrileño y música de organillo. Es lo único que faltó ayer en Les Corts para que pareciera una calle de La Latina en plenas fiestas de La Paloma. Los resultados electorales en las autonómicas de la Comunidad de Madrid han tenido un notable protagonismo en la sesión parlamentaria de ayer en la Cámara valenciana. «Llevamos media hora en Corts y ya se ha dicho ocho veces la expresión 'comunismo o libertad'», comentó ayer en las redes sociales el síndic del PSPV, Manolo Mata ante el reiterado uso de la oposición del lema que ha permitido a Isabel Díaz Ayuso hacer fosfatina al bloque de la izquierda que aspiraba arrebatarle la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Noticia Relacionada
Toni Cantó protagonizó un frustrado intento de valencianizar la Asamblea de Madrid a cosa de que Ciudadanos perdiera a su síndic. Allá se fue Cantó, pero sin empadronarse a tiempo. Ya veremos si en el futuro Cantó se convierte en un boomerang y vuelve al lugar de donde se fue, pero con otras siglas en la mochila. En cualquier caso, ayer, esa conexión ya se pudo vivir con total intensidad porque ni unos ni otros se resistieron a realizar comentarios sobre el balance electoral del 4M.
Más información
Ramón Gorriarán
OLATZ BARRIUSO
Los que menos ganas demostraron de hacer mención a los sucesos acaecidos en las urnas madrileñas fueron los socialistas, deseosos de establecer un cortafuegos. La primera en sacar el tema fue Isabel Bonig, aunque de modo suave, al dirigirse al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para reivindicar que «sí que hay diferencia entre los modelos: libertad o comunismo, ruina o prosperidad», a la hora de gestionar la pandemia. Nada tardó su compañero popular Rubén Ibáñez en repetir el lema, y lo mismo hizo Jose Juan Zaplana, también del PP, para disgusto de la bancada del Consell. Oltra se echaba las manos a la cabeza mientras Puig hacía aspavientos de desagrado.
Noticia Relacionada
También desde las filas de Ciudadanos tuvieron ocasión de encajar el lema (de Ayuso) en su discurso durante una sesión en la que los naranjas parecieron especialmente desdibujados, y eso ya es complicado. En Cs el estado nebuloso comienza a convertirse en un modo de vivir la política. En cualquier caso, la bancada naranja reprochó al Consell que no hay «libertad» para celebrar debates. Y ahi colaron el eslogan, lo mismo que sucedió al intervenir Vox, si bien en este caso la amenaza del comunismo se enfocó en las restricciones sanitarias. La derrota es huérfana pero a las victorias les salen padres por doquier, y ayer en la bancada de la derecha no hubo empacho por parte de nadie en atribuirse la paternidad de lo que ha pasado en Madrid.
Antes del pleno, en declaraciones a la prensa, Vox también se mostró encantado de esos resultados y anunció su predisposición a colaborar con el PP, una cooperación que extrapoló a la Comunitat por considerar que en próximas elecciones también se pueden dar números similares que en las elecciones madrileñas. Tanto Ciudadanos como Podemos admitieron que ahora han entrado en un periodo de reflexión, si bien la bancada naranja ha demostrado en las redes sociales que sus diputados discrepan de los pasos a seguir, unos pidiendo sosiego y otros cabezas cortadas. Los podemistas han quedado en estado catatónico. El PP, que en teoría debía ser el más emocionado, bastante tiene con gestionar el adiós de Bonig como para dedicarse a celebraciones capitalinas. El PSPV quiso deslindar todo lo que ocurre en la Villa y Corte de los asuntos valencianos.
Noticia Relacionada
Tampoco se privó de meterse en harina el síndic de Compromís, Fran Ferri, que le recordó a Puig que a la derecha no hay altertnativa posible al Botánico. Un modo de rememorar el coqueteo del líder socialista con Cantó durante meses. Cantó, cuando estaba en Ciudadanos. Además, Ferri acusó a Ayuso de «chulería» y «prepotencia», y consideró que con un gobierno 'a la madrileña' se contaría con mayor incidencia del coronavirus, peor economía y mayor mortalidad. Y tampoco se privó de mentar lo de la «libertad», si bien consideró que en la Comunitat se ejerce ese derecho para dar mejor de comer a los escolares que en Madrid, donde en los peores días tiraron de Telepizza para los menús escolares.
El rizo lo rizó Pilar Lima. La síndica morada inició su intervención dando los buenos días al dimitido Pablo Iglesias, que no estaba en Les Corts, pero a Lima le dio igual. La síndica denunció el «acoso» mediático y político contra él. «Este ciudadano fue nuestro vicepresidente», recordó Lima, para a continuación clamar que «no se va porque quiere, ni por un cambio de ciclo, ni siquiera por la derrota: Se va porque lo estamos matando día a día, igual que las políticas de las derechas han matado los servicios públicos». Los socialistas se removían en sus escaños y alguno admitió luego su malestar por el panegírico al amado líder.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.