La dimisión este martes de Teo García Egea como secretario general del PP y la despedida que Pablo Casado ha protagonizado esta mañana en el pleno del Congreso de los Diputados simbolizan el final de una etapa en ese partido que tiene su ... próxima estación en la convocatoria ya anunciada de un congreso extraordinario.
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La caída de la cúpula popular lo es también de quienes tuvieron un papel determinante en el ascenso de Carlos Mazón a la presidencia del PPCV. El también presidente de la Diputación de Alicante recibió el encargo de ambos de tomar las riendas del partido. Y fueron ellos, Casado y Egea, los que mantuvieron una reunión con Isabel Bonig para forzar la renuncia de la exlíder del partido en la Comunitat.
La apertura de una nueva etapa en el partido abre una incógnita respecto a la influencia que el PP valenciano de Mazón puede mantener ante la calle Génova. La complicidad que el líder valenciano mantenía con la cúpula de Casado y Egea puede verse en peligro. «La comodidad no va a ser la misma», se vaticina desde el propio partido.
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Fernando Morales Rodríguez
La percepción que existe desde la Plaza de América, todavía sede del PP valenciano, es distinta. El comunicado que se hizo público este martes, y en el que se reclamaba la convocatoria de un congreso extraordinario, mostró no sólo la voluntad del partido en la Comunitat de abrir una nueva etapa. También dibujaba al PPCV como un bloque, en el que la dirección regional y las tres provinciales mostraban un mismo criterio respecto a la salida a adoptar.
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Esa unidad es un valor en sí mismo. Y lo debe de ser de cara al futuro. El equipo de Mazón sabe que la organización valenciana, por tamaño y por implantación en el territorio, constituye una pieza clave para la dirección nacional. Mantener esa unidad y esa única voz constituye una clave con la que mantener una posición protagonista en el futuro del partido. «Todo el mundo está llamando al PP valenciano», se reconoce. Contar con el apoyo de los populares de la Comunitat -una de las tres o cuatro organizaciones regionales más importantes del partido- constituye un respaldo, para quien lo tenga, a tener muy en cuenta. Especialmente si se va unido.
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El martes, la dirección regional procuró consensuar al máximo el contenido de ese comunicado en el que marcaba distancias con Casado. Mazón almorzó con los presidentes provinciales, con la secretaria general María José Catalá y con el vicesecretario de Organización, Juanfran Pérez Llorca. Hubo acuerdo en la necesidad de adoptar una posición unida. También asistió a la reunión del grupo popular de Les Corts.
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El líder del PPCV, que se desplaza este miércoles a Madrid, ha convocado a diputados y senadores del PPCV a otra reunión. El objetivo es exhibir unidad, cerrar la puerta a las posibles brechas. El contacto es fluido con todos los cargos y portavoces del partido. También con los eurodiputados populares. «No vamos a toque de corneta, se escucha a todo el mundo y se adoptan las decisiones por consenso», se remarca. Un estilo muy distinto al que se había venido atribuyendo, por ejemplo, a García Egea.
Mazón sabe que se abre una nueva etapa. Y que cada decisión que se adopte desde la calle Génova y que afecte al PPCV se va a mirar con lupa. Pero también considera que mantener al partido unido obliga a tener en cuenta a una organización del tamaño y la implantación del PP de la Comunitat.
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