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Ejecutiva de Compromís, en una reciente reunión.

A Compromís se le 'hace bola' el futuro de Oltra

La cúpula de la coalición, que gestionó mal la salida de la exvicepresidenta en 2022, tarda una semana en reunirse y debatir oficialmente sobre su posición tras el archivo judicial de la causa contra la exdirigente y su equipo

Burguera

Sábado, 6 de abril 2024, 15:01

Indigestión primaveral en Compromís. En realidad, el problema se arrastra desde 2022. La coalición se encontró, en apenas medio año, que Mónica Oltra, su principal ... referente político, cabeza electoral y máxima dirigente en el Consell, se vio engullida por un proceso judicial con un fuerte condicionamiento político. Entre finales de 2021 y mediados de 2022, la vicepresidenta de la Generalitat, único contrapeso frente a sus socios del PSPV y gran contrincante de la oposición, pasó de la cúpula del Consell a la dimisión de todos sus cargos. La coalición tuvo que digerir ese vacío recurriendo a males menores. No contaba con recambios consistentes para sustituir a Oltra, imputada en junio de 2022 en un caso que se archivó este pasado martes. Y además de esa difícil transición política de casi dos años (perdieron la Generalitat, 90.000 votos y dos escaños en Les Corts), también había un grupo de cargos públicos, tanto la exvicepresidenta como su equipo en la Conselleria de Igualdad, que no dejaron de ser personas, y en ese plano privado, la «distancia» (según lo define uno de los que fueron imputados) fue excesiva. No ha pasado ni una semana desde que se archivase la causa (la decisión aún no es firme, cabe recurso), pero las reacciones de unos y otros auguran una digestión larga y pesada de la situación. Si es que no se corta, la digestión. El futuro de Oltra es, para la cúpula de Compromís, una patata tan caliente como lo fue su salida. Les quemó entonces y les quema ahora, tal y como admiten fuentes directamente conocedoras de la situación en la coalición.

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Nada más conocerse el auto de archivo comenzaron a circular mensajes de inquietud sobre el futuro de Oltra y su encaje en las actuales jerarquías internas, así como en las decisiones estratégicas de Compromís, suponiendo que se toman decisiones o se sigue una estrategia en la coalición. Miedo, sí. Y parálisis. E improvisación. La Ejecutiva de Compromís no se reunió de urgencia, algo que un ex alto cargo del Consell echa mucho de menos. El archivo de la causa supone que la principal activo político de la coalición queda inicialmente liberada del motivo judicial por el cual tuvo que dimitir. Ni se reunió de urgencia ni, consecuentemente, se debatió una valoración política que se plasmara en un comunicado oficial. Cada uno ha dicho lo que buenamente se le ha ocurrido: Àgueda Micó (en el ámbito nacional, como diputada en el Congreso y portavoz adjunta de Sumar), Joan Baldoví (en el ámbito autonómico, como síndic en Les Corts y sustituto de Oltra como cabeza de cartel electoral en las pasadas elecciones del 28 de mayo, que se saldaron con 90.000 votos menos y la pérdida de la Generalitat), Papi Robles (en la ciudad de Valencia)...

¿Cuál es la posición de Compromís, oficial, sobre el archivo de la causa y qué pretende ofrecer la coalición a Oltra de cara al futuro? No se sabe. ¿Cómo es posible que el exalcalde de Valencia, Joan Ribó, haya publicado una carta en Levante-EMV señalando lo que debería ofrecérsele a Oltra sin ni siquiera haberla llamado antes? En realidad, la falta de comunicación entre la exvicepresidenta y gran parte de la cúpula de Compromís es una constante desde hace dos años. Se ha hecho bola.

Incomunicación en dos actos

 

Primero, cuando dimitió. El que fuera subsecretario de Igualdad, posteriormente secretario autonómico en Hacienda, Fran Gamero, imputado en la causa ahora archivada, ha lamentado en redes sociales que la cúpula de Compromís estableció una especie de cordón sanitario hacia su líder caída en la desgracia judicial. A Gamero le resultó «sorprendente» la ausencia de Oltra en el mitin central de la campaña autonómica o «hasta que no se le ofreciera ocupar simbólicamente el último lugar de la candidatura». Además, el nacionalista también recalca la «distancia» con «su línea de trabajo y los que fuimos su equipo». Ribó ya admitió que no mantenía relación con ella. Baldoví se limitó a llamarle para comunicarle su decisión de presentarse como su sustituto como candidato de Compromís en las elecciones.

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Y segundo, esta semana. Oltra ha recibido muchos mensajes a través de las aplicaciones de telefonía móvil por parte de dirigentes de distinto grado en el escalafón de la coalición. Los típicos Whatsapp. Los dirigentes le han «abierto las puertas» en declaraciones reiterativas, tantas veces que parece que la coalición se ha consagrado al noble oficio de bedel. Abriendo puertas, cerrando heridas, como en la canción de Gloria Estefan. El asunto no parece que se vaya a resolver con una canción o apelando al clásico 'pasar página'. Sin embargo, más allá de tanta apertura de puertas en términos de declaraciones, la cúpula de Compromís ha continuado como si tal cosa.

El pasado jueves santo, un grupo de exalcaldes nacionalistas, del antiguo Bloc, ahora denominado Més, denunció una «dinámica de parálisis». Esa inmovilidad se constantó a partir del 'Martes de Resurrección', ocurrido cinco días después de esa denuncia. El pasado 2 de abril se conoció el archivo de la causa. Y desde entonces, todos quietos y esperando que escampe.

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Ejecutiva, el martes, una semana después

El principio del fin de la causa judicial contra Oltra y su equipo se conoció sin reacción política oficial de Compromís respaldada por una reunión de su cúpula dirigente. Se ha continuado el día a día como si tal cosa. Lejos de convocar una Ejecutiva de urgencia o extraordinaria, el próximo martes se celebrará una reunión ordinaria, una semana después de conocerse el archivo.

El próximo martes a las 18 horas, en la sede de la plaza del Pilar. Cuatro puntos a debatir. Sin mención concreta a Oltra, como si fuera «esa señora de la que usted me habla». Orden del día: aprobación del acta anterior, situación política y aprobación del reglamento de primarias y de la propuesta de la Ejecutiva para las europeas. Quizá, dentro de ese segundo punto denominado 'Situación política', a alguien se le ocurra comentar el pequeño detalle del archivo de la causa contra la exvicepresidenta y más de una docena de altos cargos de la coalición. No obstante, los dirigentes que recibieron el aviso de la reunión se dieron por enterados sin más comentario que un pulgar hacia arriba o escuetos «Perfecto» o «De acuerdo».

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Fuentes cercanas a la dirección de Compromís especulan con dos posibilidades de cara al futuro de Oltra, que curiosamente son las que Ribó también señala en su carta pública a la exvicepresidenta.

Por un lado, articular algún tipo de portavocía y de espacio orgánico dentro de la coalición. Sin ser diputada en Les Corts o en el Congreso, si bien sería un liderazgo extraparlamentario y ajeno a cargos públicos, estaría fundamentado en la autoridad que le otorga su trayectoria dentro de Compromís y en su evidente tirón mediático.

Por otro, ser la candidata de la coalición para las europeas dentro de la lista que la coalición tiene pendiente de negociar y cerrar con Sumar. Durante meses, o semanas, se consideró que Vicent Marzà era el mejor posicionado para ese puesto.

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Yolanda Díaz, la líder de Sumar, estuvo este viernes en Valencia, en la plaza del Ayuntamiento, sin reunirse con Oltra ni querer hacer declaraciones sobre ella. En realidad, ese mismo problema de la líder de Sumar, no haber interlocutado personalmente con la exvicepresidenta, es el mismo que sufre la cúpula de Compromís, donde no se hacen el ánimo sobre quién coge el toro por los cuernos o le pone el cascabel al gato. En este caso, gata.

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