Compromís, a la expectativa por la fuga de voto de Podemos hacia el nacionalismo de izquierda

A Unidas Podemos la entrada en el Gobierno de Pedro Sánchez le ha sentado mal, fatal. En Galicia, los 14 escaños que obtuvo En Marea en 2016 han quedado reducidos a nada. En el País Vasco, los 11 logrados hace cuatro años son ahora sólo seis. Un fracaso sin paliativos, que ha puesto de manifiesto la fuga de voto del partido morado hacia el nacionalismo de izquierda -el BNG en Galicia y EH-Bildu en el País Vasco-.

Un batacazo doble que, visto desde la perspectiva de la Comunitat Valenciana, con el partido de Pilar Lima formando parte del Consell del Botánico, ha encendido las alarmas entre sus socios de coalición. Si el resultado en Galicia y País Vasco guarda alguna relación con haber convertido en partido de Gobierno a un movimiento social y ciudadano de protesta contra la casta, la perspectiva para Unides Podem en la Comunitat no puede ser demasiado halagüeña.

Tanto en Galicia como en el País Vasco, el voto de Podemos se ha desplazado hacia el nacionalismo de izquierdas. Un movimiento que, de convertirse en permanente, situaría a Compromís en la mejor situación posible para heredar el voto de la formación morada. El partido de Oltra está ya a la expectativa, tras observar cómo la formación de Iglesias protagoniza un severo desgaste, entre otros motivos, por la complicada justificación que supone convertir un movimiento social de protesta contra los partidos tradicionales, en el socio de uno de ellos.

Para Unides Podem, además, buena parte de su tirón electoral está condicionado por la fortaleza de las siglas a nivel nacional. Y los resultados de gallegas y vascas certifican que, en este momento no es excesiva. «¿Y si Podemos no llega al 5%?», se preguntaba ayer un cargo popular. El escenario podría modificar de forma significativa el equilibrio de voto entre izquierda y derecha en Les Corts.