Compromís, machos y nacionalistas

Las guerras intestinas en Iniciativa, otrora una roca sin fisuras orgánicas, contribuyen a que en el conjunto de la coalición se imponga un nacionalismo que reserva sus cabezas de cartel para sus barbas más pobladas.

La gestión de la conselleria de Igualdad durante ocho años, y la elección recurrente en las administraciones provinciales y municipales de las áreas vinculadas con el fomento del feminismo no se ve trasladada al perfil de los reclamos electorales en Més, formación mayoritaria en Compromís, y que podría copar la cabeza de cartel en todas las listas provinciales en 2023. El olor a after shave también planea en el liderazgo electoral de la coalición la ciudad Valencia, el gran bastión urbano de Compromís gracias a Joan Ribó.

Ayer fue Marzà, y anteayer fue Gerard Fullana el que anunció su intención de presentarse a las primarias. En el caso de Fullana, es en Alicante, donde ejerce como portavoz en la Diputación. Como Iniciativa, el partido de Oltra, sufre una evidente división interna, visibilizada con el fulminante cese de la consellera Mireia Mollà a instancias de la vicepresidenta Aitana Mas, sus fuerzas en Alicante se dividirán o, al menos, no actuarán de manera conjunta.

Fullana y la división interna en Iniciativa son un serio obstáculo para que la número dos del Consell repita al frente de la lista electoral en Alicante. Así pues, podría darse una terna netamente masculina y nacionalista al frente de las candidaturas de Compromís: Fullana por Alicante, Baldoví por Valencia y Marzà por Castellón.

Més lograría de este modo copar las listas y hacerlo con sus mejores hombres. No es la primera vez que lo intenta. De hecho, no lo ha hecho nunca de otro modo. Marzà (por Castellón), Morera (por Valencia) y Climent (Alicante) fueron las apuestas del Bloc en 2015. En 2019 fueron Marzà, Ferri y Climent. Y para el año que viene, Marzà, Baldoví y Fullana. Como en el anuncio de la colonia Otelo: «Vuelve el hombre».

Compromís ha registrado algunas complicaciones durante los últimos meses con todo lo relacionado con el feminismo, una de sus supuestas banderas. La que fuera diputada nacional de la coalición, Marta Sorlí, ha discrepado abiertamente sobre algunos temas con los actuales cargos electos de Compromís, que en algunos casos respondieron ninguneándola, descalificándola o, directamente, insultándola, una actitud que se ha extendido hacia dirigentes y activistas socialistas. Con motivo del debate sobre la ley trans nacional, en la coalición también se produjo un enfrentamiento entre la militancia, con Maria Viu como candidata en Burjassot en el epicentro de la polémica.

La caída de Oltra desbarató los frágiles equilibrios internos en Compromís. Los pesos y contrapesos se han desnivelado. La exvicepresidenta ya no es la baza electoral de la coalición, y sin ese poder, su partido se ha visto seriamente debilitado en las primarias frente a Més, que pretende hacer valer su mayoría para encabezar listas con sus varones y los puestos siguientes con sus candidatas. Todos nacionalistas, pero unos más que otros, como es el caso de Marzà, que rehúye ante las preguntas sobre sus declaradas aspiraciones independentistas. No se tapa Mònica Àlvaro, una de las caras visibles de Bloc i País, la corriente soberanista de Més. Oltra rebajaba ese componente nacionalista.

La dimisión y cese de la exvicepresidenta supuso la entrada de Aitana Mas en el Consell. La actual número dos en el Ejecutivo autonómico logró imponerse a Climent como cabeza de lista por Alicante en 2019 porque todas las fuerzas de Iniciativa en la provincia del sur actuaron de manera coordinada. Así pues, Mas lideró Alicante, Oltra encabezó Valencia y Marzà Castellón.

Pasa el tiempo y las cosas cambian. Mas propició la expulsión fulminante de Mollà, cuya base de operaciones en Elche está monitorizada por su padre, Pasqual, un político estratega con décadas de experiencia en la trinchera. Marina González, asesora de Mollà en la conselleria, se presenta a las primarias por Alicante, lo que fue celebrado por Paula Tuzón, secretaria autonómica dimitida y número dos también de Mollà.

Tuzón, por su parte, se presenta para las listas autonómicas en Valencia, un perfil que compite con el de Isaura Navarro, que sustituyó a Mollà al frente de Medio Ambiente y que también compite en la provincia valenciana por un puesto en la candidatura. Iniciativa cuenta con un millar de militantes en Compromís, por 3.000 de Més. La división en el partido de Oltra penaliza a sus candidatos mucho más que la competencia interna entre los nacionalistas. De este modo, Aitana Mas no solo pugna con Fullana, también debe defenderse frente al fuego amigo.

Si se tiene en cuenta que en las anteriores elecciones Compromís logró apenas cuatro escaños por Alicante, y que esta vez el número cuatro se ha reservado a un independiente, Juan Bordera, otro caballero, la configuración de la lista electoral alicantina es un tiro al aire. Entre novelón y sainete.