Compromís siembra la duda sobre la posibilidad legal de la medida

Desde primera hora de la mañana de ayer, fuentes nacionalistas señalaban un artículo de la LOREG (Ley Orgánica de Régimen Electoral General) para poner en duda la posibilidad del adelanto electoral en la Comunitat. En la disposición adicional quinta se indica que «en orden de asegurar la celebración simultánea» de elecciones locales, autonómicas y europeas «los decretos de convocatoria se expedirán» 55 días antes de los comicios. Esa «celebración simultánea» imposibilitaría el avance. Desde el PSPV se activó horas más tarde el contraargumento con otra disposicion, que señala que «lo dispuesto en esta Ley se entiende sin perjuicio del ejercicio de las competencias reconocidas» de los distintos estatutos. El valenciano reconoce al presidente la prerrogativa de adelantar elecciones. En cualquier caso, la intención de Compromís parecía ser sembrar la duda ante una decisión muy complicada.

Los nacionalistas saben que Puig lleva cerca de un año pensándose esta posibilidad. Fuentes vinculadas del PSPV señalan que hace un par de semanas, en un evento de carácter personal en el que coincidieron varios dirigentes socialistas, el adelanto electoral fue el tema estrella, y que el presidente de la Generalitat recibió una andanada de argumentos apoyando esa tesis. Lo cierto es que Puig no ha dejado de contemplar esa posibilidad incluso cuando ha negado que fuese ha avanzar los comicios. La intranquilida de Compromís es tan evidente como la resignación de sus dirigentes. Un analista electoral afín al PSPV considera que es incuestionable que los socialistas valencianos obtendrán mejores resulados en abril, y que Compromís, debido a que la coincidencia con las elecciones nacionales le restará protagonismo, recibiría menos apoyos. Fuentes de la coalición consideran que el adelanto sería contradictorio con la idea de 'valencianizar' el debate, ya que al desligarse las elecciones autonómicas de las municipales se perdería un componente local importante. Los nacionalistas intentan generar más dudas (incluso legales) frente a una difícil decisión con la esperanza de que finalmente Puig desista.