Compromís veta a los candidatos de Vox para renovar las instituciones estatutarias

Joan Baldoví, síndic del Compromís, ha dejado claro que ellos quieren participar, pero no Vox. «Conociendo el talante de Vox y las personas que propone queda claro que Compromis no votará un candidato voxista», ha asegurado Baldoví, a pesar de defender que se trata de una negociación «de personas y no de partidos», finalmente ha indicido en que el talante del partido, en este caso de Vox, condicionará al candidato que proponga y, por tanto, será vetado por los nacionalistas.

«Ha habido un primer contacto para renovar los órganos institucionales pero es curioso que ahora tengan prisa para renovar y no cuando era preceptivo», ha señalado Baldoví, quien ha admitido que la iniciativa para ello ha partido del PP, «y estamos dispuestos, pero deberá ser una negociación entre partidos que creemos en la utilidad de esas instituciones, y no como Vox, que no cree en ellas».

No obstante, tampoco hay que tener muy en cuenta el tono categórico de Baldoví a tener de ver cómo sí se prestó a negociar la presencia de la nacionalista Maria Josep Amigó en la Mesa de Les Corts que preside ni más ni menos que Llanos Massó, una histórica de Vox, y que supuso además dejar al PSPV sin una secretaría en la Mesa que los socialistas daban por hecho que era suya y no lo era ni lo es ni lo será.

El Consell Jurídic Consultiu, la Sindicatura de Comptes, el Consell de Transparencia y el Consell Valencià de Cultura cuentan con consejeros y presidencias por renovar desde hace meses. En algunos casos, años. Con los mandatos caducados y en algún caso con un número de consejeros por debajo de lo que estipula la ley. Para su renovación es necesario que se produzca en el parlamento valenciano la aprobación de los nombramientos a través de mayorías cualificadas (un número de votos en Les Corts superior a la mayoría absoluta, el 50%, y que se eleva hasta el 60%) para lo cual eran insuficientes los diputados del tripartito durante la anterior legislatura, y también los diputados del PP y Vox en la actual legislatura. Hacía falta pactar entonces y hace falta pactar ahora. Antes no había acuerdo y ahora tampoco.

El tripartito mostró una actitud cambiante. Después del verano de 2022, Podemos no se mostró muy dispuesto a llegar a un acuerdo, molestos por la filtración de algunas encuestas (del PSPV) que adelantaban lo que luego ocurrió, que los podemistas quedarían fuera de Les Corts. Los morados endurecieron sus condiciones a la hora de renovar los consejeros. Los socialistas se habían empeñado desde hacía meses en que la renovación se realizase de una sola vez para todos los organismos, pero eso dificultó la negociación, que se fue alargando.

Tanto se alargó que llegó al umbral de la precampaña electoral, y a partir de ese momento el PP contemporizó con la confianza de que una posible victoria el 28-M le permitiese mejorar su posición a la hora de negociar. Y así ha sido. La izquierda reprochó a los populares que bloqueasen el funcionamiento institucional. Puig llegó a plantearse recurrir a un Ciudadanos desesperado por que alguien les hiciera caso en Les Corts. Ahora es la izquierda la que no tiene prisa, con Vicent Cucarella (propuesto por Compromís) al frente de la Sindicatura de Comptes, con Margarita Soler (propuesta por el PSPV) al frente del Jurídic y con Transparencia y el CVC también en manos de consejeros cercanos a la izquierda.