Valencia vive otra noche de violencia por la detención de Hasel

Otra movilización en protesta por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel se saldó ayer con ocho detenidos, varios heridos, entre ellos diez policías, y diversos contenedores quemados en las calles del centro de Valencia. Unas 800 personas acudieron a la concentración convocada por la asociación independentista catalanista Arran, bajo el lema 'Estem Fartes', en la plaza de San Agustín de Valencia. Aunque los manifestantes llevaban mascarillas, se agolparon en el centro de la plaza sin guardar la mínima distancia de seguridad exigida para prevenir contagios de Covid.

Las primeras cargas se produjeron cuando un grupo de jóvenes violentos inentaron avanzar hacia la calle San Vicente. Varios policías antidisturbios hicieron retroceder a los radicales, que en su huida derribaron varias motociletas estacionadas. Poco después, un grupo de manifestantes rompió un contenedor de vidrio para arrojar botellas a los policías.

Al retroceder, unos 500 jóvenes rompieron el cordón policial y cortaron el tráfico en la calle San Vicente, aunque la Policía Nacional volvió a formar una barrera con agentes antidisturbios y furgones en el cruce con la calle Troya. Tras unos minutos de tensión, en los que algunos radicales lanzaron piedras y profirieron graves insultos a los agentes, una treintena de antidisturbios realizaron otra carga para dispersar a los violentos y restablecer la circulación.

.

Los altercados se extendieron luego a otras partes del centro de la ciudad, donde continuaron lanzamientos de piedras y cristales a los policías. Según informaron fuentes municipales, a las 20.40 horas habían intervenido en la extinción de dos incendios de contenedores en la calle San Vicente y en la calle de la Sang, al lado del Ayuntamiento, y una papelera en la calle Matemático Marzal.

Según fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunitat, la asociación pidió autorización para celebrar una concentración en protesta por el encarcelamiento del rapero y la libertad de expresión, pero sin hacer referencia a una manifestación por el centro de la ciudad ni itinerario. La delegada del Gobierno en la Comunitat, Gloria Calero, afirmó que se visualizarán los vídeos de los incidentes que se produjeron el martes tras la concentración en Valencia para «analizar en profundidad lo que ha pasado o no ha pasado» y ha rechazado dimitir. Calero descarta dimitir tras los incidentes, tal y como exigieron el martes miembros de Compromís y, sobre quienes piden que deje sus funciones como delegada, dijo: «Están en su derecho de pedir mi dimisión, pero por supuesto no entra en mis cálculos darles ese gusto».

Respecto a la actuación policial, Calero defendió que no hubo disparos de pelotas de goma, sino que hubo «contención», y añadió que después de actuaciones de este tipo «siempre analizan lo que ha podido pasar». Así, indicó que han pedido un informe a la Policía de lo ocurrido en los altercados del martes. De la violencia con que actuaron los radicales da fe la cantidad de heridos, al menos dos de ellos manifestantes -al ser detenidos solicitaron asistencia médica- y hasta una decena de policías.

Las dos primeras noches de protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasel dejaron un balance de más de 70 personas detenidas en diferentes ciudades. El martes, las algaradas se limitaron a Cataluña y en Valencia, pero el miércoles se contabilizaron disturbios también en Granada, Vigo y Madrid. En total, 19 detenidos en la capital, cuatro en Granada y 33 en Cataluña, que se sumaron a los 18 arrestados en Cataluña. Ayer se reprodujeron los disturbios también en Barcelona.