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BURGUERA
Viernes, 7 de diciembre 2018, 00:25
valencia. La conselleria que dirige Elena Cebrián es la de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. Sin embargo, tal y como se ha desarrollado la legislatura, da la sensación de que se debería rebautizar como la Consellería del Cambio del Cambio Climático. Respecto al calentamiento global se ha producido una extraña evolución. El Ejecutivo valenciano quiso enarbolar una bandera que ahora guarda en un armario escobero. La considerada como mayor amenaza medioambiental para la Comunitat y el resto del planeta ha desaparecido de la agenda de la Generalitat. El tema se ha fundido como se funden los polos, y todo ello frente a la pasividad de Els Verds y el resto de Compromís. En la coalición, además de los ecologistas, está el Bloc y el partido de Mónica Oltra, Iniciativa del Poble Valencià, que se define como «ecosocialista». Sin embargo, esa etiqueta 'eco' se asemeja más al etiquetaje de un alimento en el supermercado que a una convicción real que condicione las políticas del Consell si se analiza el modo en que las actuaciones iniciales han caído en el olvido.
Aquellas cumbres internacionales contra el Cambio Climático que ocupaban el tiempo del equipo de la conselleria han desaparecido de la agenda de los altos cargos de la conselleria que dirige Cebrián. En las primeras medidas del Consell, dictadas el 1 de julio de 2015 se incluyó como prioridad participar con protagonismo en la conferencia de París, hasta donde se desplazó el grueso del departamento de Medio Ambiente. Sin embargo, al año siguiente, en Marruecos, la delegación valenciana ya fue con menos convicción. En 2017, a Alemania solo fue el entonces secretario autonómico, Julià Álvaro. Este año, en Katowice, la ciudad polaca que desde esta semana acoge una nueva cumbre, no había altos cargos de la conselleria, según sus propias agendas, donde no hay rastro de que haya intención de acudir.
Aquella cátedra de la UPV para investigar el cambio climático no se ha convocado este año, según fuentes de Compromís molestas con una situación que deja sin 30.000 euros una investigación que se suponía que sería anual.
Hace un año se aprobó la puesta en marcha de una agencia que está a la espera de creación. Cuando Podemos ha preguntado por ella, Cebrián se lo ha afeado. El Consejo contra el Cambio Climático respira espíritu olímpico en tanto y cuanto hace años que no se reúne, como si esperase a la próxima Olimpiada. Alguno de sus miembros incluso dimitió por esa inacción. El plan contra el calentamiento global que la conselleria presentó en noviembre de 2017 ha cumplido un año dentro de un cajón. De él nada más se supo.
La suma de trenes que arrancaron y luego quedaron en vía muerta da como resultado un descarrilamiento evidente en las políticas sobre el cambio climático, lo que en algunos sectores de Compromís señalan como un clásico 'postureo' de Cebrián mientras los dirigentes de la coalición miran hacia otro lado.
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